Las importantes lluvias del fin de semana largo no lograron contrarrestar los efectos de la ola de calor en la soja de primera: “Se va confirmando un horizonte de pérdidas de 20% a 30% del potencial del cultivo en la región núcleo”, indicaron desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“Un mes atrás esperábamos 50 quintales para la soja de primera, ahora será de 37 a 38 qq/ha”, resaltaron técnicos desde Pergamino, una de las áreas más golpeadas junto al sur de Rosario.
Del 7 al 14 de febrero llovió casi lo que suele haber en todo el mes de febrero en la región. Aun así no se revertirá el daño de la ola de calor: las pérdidas se afirman en el 20 al 30% del potencial en la oleaginosa de primera, se especificó.
El documento de GEA releva la opinión de los técnicos de la zona núcleo, que aseveran que con lo que llovió “alcanza para terminar el ciclo” de la soja de primera. “El cambio en las reservas de suelos es total: de predominar áreas en sequía y escasez una semana atrás a niveles óptimos en los sectores centro y noreste, con núcleos de exceso en Santa Fe y este de Córdoba”, explicaron.
No obstante, las secuelas de la ola de calor persisten, con una reducción significativa en las expectativas de cosecha. Hace apenas un mes, en Pergamino se esperaban rendimientos de hasta 50 quintales por hectárea, cifra que ha sido ajustada a un rango de 37 a 38 quintales, evidenciando el impacto del estrés térmico y la falta de agua en momentos críticos del desarrollo de la planta.
El informe de la GEA también destaca una mejora en las condiciones de la soja de segunda, con una disminución de los lotes en estado malo y regular y un aumento en aquellos catalogados de buenos. Esto sugiere que, a pesar de los desafíos iniciales, parte del cultivo aún tiene potencial para alcanzar buenos rendimientos, especialmente en regiones que recibieron lluvias oportunas.
La situación del maíz también recibe atención, con una recuperación notable en los maíces tardíos gracias a las lluvias que coincidieron con la etapa de floración. Aunque algunos lotes no lograrán reponerse completamente, las proyecciones para aquellos que sí se beneficiaron de las precipitaciones son optimistas, con expectativas de rendimiento que varían según la localidad y las condiciones específicas de cada cultivo.
Reacciones favorables
Por su parte, desde el Sistema de Estimaciones Agrícolas del Centro – Norte de la Provincia de Santa Fe (SEA) que elaboran la Bolsa de Comercio de Santa Fe junto al ministerio de la Producción resaltaron que tomando como referencia las imágenes de lotes con cultivos de soja temprana, soja tardía, maíz temprano y maíz tardío, en diferentes estados fenológicos, se observan reacciones favorables después de las precipitaciones que revirtieron los síntomas de estrés hídrico y térmico.
Sobre el escenarios de la campaña de la cosecha gruesa 2023–2024 explicaron que dadas las condiciones ambientales de los primeros días de la semana, los cultivares de soja temprana nuevamente manifestaron síntomas de estrés hídrico y térmico. A posteriori, las precipitaciones y el descenso de las temperaturas revirtieron las situaciones, por lo que se observaron reacciones favorables de los sojales. Se indicó que en las próximas jornadas continuarían las evaluaciones para una fehaciente determinación de los grados de impactos o daños registrados.
Se observaron los siguientes estados fenológicos: V “estados vegetativos”, V5 (5º nudo), V6 (6º nudo), V7 (7º nudo), V8 (8º nudo), V9 (9º nudo), R “estados reproductivos”, R1 (inicio de floración), R2 (floración con uno de los nudos superiores con hojas desarrolladas), R3 (vaina de 5 mm de longitud en nudo), R4 (vaina de 20 mm de longitud en nudo) y los más avanzados, en R5 (comienzo de llenado de semilla en nudo, semilla de 3 mm de longitud), se especificó.
El maíz, en tanto, se inició bajo características estables, soleado, con temperaturas diarias altas a muy altas, ambiente seco que aceleró la evolución o desarrollo de los cultivares de maíz temprano (de primera). Se complicó el estadio de fin de floración en la zona sur, de fructificación en el centro del SEA, en el norte dicha realidad favoreció la pérdida de humedad del grano y avanzó con cierto ritmo el proceso de cosecha (grano comercial), que había comenzado días atrás, en el sector noreste.
Los rendimientos promedios mínimos obtenidos oscilaron desde 45 a 47 qq/ha, con máximos de 60 a 63 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 65 qq/ha. Así también, en el área de influencia de las cuencas lecheras del centro y norte santafesino, se incrementaron las tareas de picado/embolsado de los maizales tempranos para autoconsumo, con rendimientos promedios que en un inicio fueron de 13 – 14 m/bolsa/ha, a medida que se sumaron más parcelas, los mismos se acrecentaron de 16 – 17 m/bolsa/ha, hasta máximos de 19 m/bolsa/ha. Pero, las características climáticas que imperaron alteraron el normal desarrollo de los maizales e impactaron en sus estados, aceleraron el proceso de maduración, por lo que disminuyó la calidad y la cantidad del producto obtenido Se detectó una amplia variedad de estados fenológicos: V “estados vegetativos”, Vt (panojamiento), R “estados reproductivos”, R1 (emergencia de estigma), R2 (cuaje), R3 (grano lechoso), R4 (grano pastoso), R5 (grano dentado) y los más avanzados, en R6 (madurez fisiológica).
Por otra parte, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se indicó que las lluvias ocurridas sobre una amplia porción del área agrícola en la última semana mejoran la condición hídrica y de cultivo, tras el impacto provocado por la ola de calor, consignó en su Panorama Agrícola Semanal.
En soja, se recupera la condición de cultivo, con 81% de los cuadros entre normal a buena; y mejora la condición hídrica, con 73% de los lotes entre adecuada a óptima; y 12,9% ha iniciado el llenado de grano.
En tanto, luego de un avance intersemanal de 0,5 puntos porcentuales, se precisó que finalizó la siembra de las 7,2 MHa de maíz grano comercial.
En sorgo, luego de relevar un avance interquincenal de 7,3 puntos porcentuales, culminó la incorporación de las 950 mil hectáreas proyectadas para el ciclo 2023/24.
Y, en girasol, el avance de cosecha alcanzó 13% del área apta, luego de un progreso intersemanal de 0,7 puntos porcentuales; el rinde promedio se ubica en 17 qq/Ha y la proyección de producción se mantiene en 3,8 millones de toneladas.
“Tras la ola de calor, con la mejora en la oferta de humedad del suelo, tanto las siembras tempranas que transitan el período de definición de rendimiento, como los planteos de segunda que han sufrido pérdidas sobre el stand de plantas, reflejan una mejora en la condición de cultivo”, destacó el trabajo.
El volumen y la amplia distribución de las precipitaciones ocurridas durante los últimos siete días han mejorado sustancialmente la situación hídrica nacional, se agregó.
No obstante, los golpes de calor sufridos semanas atrás han dejado consecuencias.
“Hacia la región central del país, las siembras atrasadas de noviembre son las más perjudicadas, debido a que el inicio del período crítico se dio bajo condiciones de estrés térmico e hídrico”, resaltaron.
En términos generales, las siembras tempranas en el centro no habrían sufrido impactos importantes en su potencial de rendimiento, aunque se reportan pérdidas en el sur del área agrícola.
Por su parte, para las siembras tardías, principalmente en la provincia de Córdoba, el impacto producido será evaluado las próximas semanas.
Por último, el informe de la bolsa porteña adelantó que ya comienzan a relevarse los primeros datos de cosecha sobre el centro-norte del área agrícola. (fuente AgroClave)