En ese marco, el flamante presidente de la institución, David Roggero, abrió el juego llamando a la sociedad a permitir que la ciencia se ocupe de todo lo que pasa por debajo de la tierra, en donde se pretende poner la mayor atención por estos días. “Existe mucha más vida por debajo de la superficie que por encina y cualquier decisión o actividad que se lleve adelante impacta de manera diferente, generando el desafío de seguir investigando para hacer lo que corresponda”, enfatizó Roggero considerando la necesidad de atender los temas urgentes como lo hicieron otros pioneros.
Así, Aapresid asoció los nuevos paradigmas al suelo y el ambiente nutridos por una intensificación sustentable en las rotaciones, para que todo confluya en una agricultura siempre verde. “Este es el camino para mitigar el cambio climático, aumentando el secuestro de carbono libre presente en el aire y disminuyendo los gases dañinos para el ambiente por otro. Asimismo, es el sendero hacia la agricultura moderna, que dará acceso en poco tiempo a los ciclos virtuosos de la bioeconomía, y la producción de alimentos, fibras y energías en la cantidad y necesidad que se busca para una humanidad creciente”, resaltaron los referentes de la asociación.
El pedido de un campo con más vegetación viva para capturar más carbono, conservar mejor los nutrientes y alimentar el micro bioma del suelo, fue contundente.
En ese marco, se enfatizó sobre la nueva oportunidad que tiene Argentina en el plano local y global de posicionarse como productora de alimentos con baja huella ambiental, asociada por el encuentro entre consumidores y productores que quieren conservar el planeta. “Creemos que está forma de integrar la mirada del consumidor, representará a la sociedad en su conjunto, moldeando desde los hábitos de consumo los sistemas productivos”, expresó el vicepresidente de Aapresid, Marcelo Torres.
Aapresid, reconoció que en la actualidad se están teniendo muchas negociones entre la Unión Europea y el Mercosur, las cumbres del cambio climático, los sistemas alimentarios y otros puntos, donde la mirada de Europa se proyecta muy proteccionista cuestionando todo lo que se hace y a veces con argumentos no muy claros. “Debemos sostener este frente con investigación, con datos, e indicadores. Este trabajo nos obligará a alinearnos hacia adentro, pensando cuales son los modelos productivos que queremos propiciar, de qué manera nos vamos a apoyar en la ciencia y como vamos a trabajar para que esto evolucione continuadamente”.
Según Torres, no es justo barrer todo lo aprendido por los productores y por la ciencia e instalar nuevos modelos que salen repentinamente. “Esto es una constante evolución. Volver para atrás con la ley de biocombustibles, no ir a energías renovables y solo mirar el costo de la bioenergía o el valor que tiene en el corte y no estar midiendo las externalidades de la economía basada en combustibles fósiles es un error que tenemos que comenzar a tomar con responsabilidad, por la huella ambiental”, dijo.
La institución, reconoce que así como se encuentra frente a discusiones no tan racionales en el plano internacional, también atiende demandas que son entendibles. “Es claro pensar como nos insertamos en un mundo que va a estar preocupado por el cambio climático. No vamos a poder cortarnos de la mirada general de desarrollar biocombustibles y bioeconomía. Hay que apurarse”, subrayaron resaltando que falta integrar la mirada del consumidor de forma imprescindible.
El congreso, tomo como nuevo eje integrar estos actores, así como oportunamente se promovieron plataformas donde coexistió la mirada del productor, las tecnologías y la ciencia. “Tenemos que ser como una autovía de doble vía, donde a través de las tendencias de consumo se puedan moldear los sistemas productivos y también conectar al consumidor para que pueda saber de dónde salen esos alimentos, fibras y como la huella de carbono puede corregir las formas productivas”, concluyeron.
Vuelta de rosca
El acto inaugural, que contó con la presencia del ministro de la Producción provincial, Daniel Costamagna y el secretario de Desarrollo Económico de Rosario, Sebastián Chale, quien indicó que “la región es ejemplo en la biodiversidad, sustentabilidad y equilibrio ambiental, con instituciones que nunca escaparon al debate de estos temas”, considerando que Rosario debe seguir impulsando las inversiones asociadas en ciencia, tecnología e innovación como lo ha hecho con Aapresid y Bioceres.
Costamagna, resaltó la vuelta de rosca que se le está dando a la agricultura, con desafíos claros hacia la próxima década, derivará en transformaciones para generar empleo y arraigo. También, remarcó las condiciones productivas de Santa Fe con un balance positivo de carbono, sistemas y tecnologías innovadoras de manejo. (fuente AgroClave, diario La Capital)