La Bioeconomía es una tendencia que se focaliza en producir biomasa de manera sustentable incorporando conocimiento biológico y digital en el territorio para hacer frente a las demandas globales.
“Los productos y servicios que tendrán un futuro prometedor en el mercado y financiación, serán aquellos alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, señala Fernando Vilella, Director del Programa de Bioeconomía, FAUBA y experto asociado a la Chacra de Agregado de Valor en Origen (AVO) de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), proyecto que reúne a productores interesados en embarcarse en iniciativas de bioeconomía para agregar valor a la producción.
Aquí aparecen valiosas oportunidades para aquellos productores que tienen como norte prácticas sustentables como la captura de carbono.
“Una manera de ponerle precio a ser más sustentables es mediante la comercialización de los bonos de carbono (C), previamente certificados”, explica Agustin Torriglia, Responsable Técnico de Desarrollo del proyecto AVO.
El mercado de créditos de C se incrementó casi en un 50% en el 2021. Estos instrumentos permiten a gobiernos, empresas o individuos comprar o vender permisos de emisión o resultados de mitigación del cambio climático.
Bonos de carbono
Si bien existen los mercados regulados y con regímenes obligatorios de reducción de C, la mayor demanda proviene de empresas que de forma voluntaria desean neutralizar emisiones de C asociadas a sus procesos.
El acceso al mercado de créditos de Carbono (C) es para los socios de AVO una estrategia para capitalizar la menor huella ambiental que tienen los sistemas de producción argentinos bajo siembra directa.
Un crédito de C es un certificado comercializable que representa la reducción de una tonelada de emisiones de dióxido de carbono equivalente de la atmósfera (Tn CO2 eq), ya sea por reducción o captura de gases de efecto invernadero (GEI).
Las transacciones se originan a partir de un proyecto de mitigación verificado y certificado por un estándar internacional competente, rigurosamente auditado.
“Pero para poder generar un crédito de C, primero se debe validar una metodología y armar un proyecto”, explica Torriglia. “En esa etapa se encuentra la Chacra AVO, con la puesta a punto de la metodología de Boomitra”, agrega.
Apoyo tecnológico
Esta plataforma cuenta con un algoritmo de inteligencia artificial que permite medir el Carbono orgánico del suelo (COS) de 0-30 cm, a través de imágenes satelitales.
Esta metodología está validada por Verra, una de las instituciones que establece los principales estándares mundiales para la acción climática y el desarrollo sostenible.
Boomitra, permite además la comercialización de estos créditos en el mercado voluntario internacional. “A futuro también estará la opción que sean los mismos socios quienes los comercialicen dentro de Argentina”, adelanta Torrglia.
“Recolectamos información de 52.000 hectáreas de campos propios. Los datos georeferenciados de análisis de suelos servirán para la prueba piloto con la plataforma Boomitra. En el término de tres meses llegarian los resultados preliminares sobre el potencial de captura de carbono en nuestro suelos. Si estos son positivos, avanzaríamos en un contrato vinculante tripartito entre plataforma, Aapresid y productor”, agrega el RTD de AVO.
“Sin duda, estos bonos son una forma de agregar valor a la producción primaria y promover un desarrollo territorial resiliente y más sostenible. No sólo para asegurar estabilidad en contextos inciertos, sino también para estar alineados con lo que la sociedad y el planeta demandan”, concluye el técnico. (fuente Aapresid)