Desde hace años, productores y asesores advierten que la salud de los suelos está sufriendo deterioros progresivos que comprometen la sustentabilidad. “La pérdida de materia orgánica, que incide directamente sobre las propiedades físicas, químicas y biológicas del recurso, sumado a la caída en la disponibilidad de nutrientes y la erosión son las principales causas de dicho deterioro”, indicó Guillermo Divito, asistente técnico regional de la Asociación de Productores en Siembra Directa (Aapresid) Necochea y destacó que “la siembra directa es un factor imprescindible, pero no suficiente para su conservación, de modo que debemos procurar entonces intensificar y diversificar las rotaciones de manera sustentable”.
En ese sentido, Carina Alvarez, miembro de la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo (AACS), marcó que dentro del deterioro que puede sufrir el suelo por uso antrópico _es decir por uso humano_ la erosión es uno de los más importantes, ya que implica una pérdida irreversible. “No podemos volver a reconstituir esos centímetros de suelo que se han perdido por estos procesos de degradación”, dijo y ante esto, fue contundente, y recalcó que “construir un metro de suelo como los de la región Pampeana toma 10.000 años de proceso de formación. Por eso es vital su cuidado”.
MÁS ALLÁ DEL SUELO
Al respecto, Divito señaló que “si bien su contribución excede los límites del suelo, dado que también incide positivamente en la regulación de excesos hídricos, en la dinámica de plagas, entre otros servicios ecosistémicos, éste recurso recibirá los mayores beneficios”.
Así, “lograr una cobertura continua implicará mayor protección contra la erosión, mayor secuestro de carbono y el consecuente incremento de la materia orgánica, mayor ingreso y retención de nutrientes, aumento en la diversidad y cantidad de microorganismos, entre muchas otras mejoras”, agregó el especialista, ingeniero agrónomo y magister en la materia.
Según apuntó Alvarez, la “Agricultura Siempre Verde” se parece mucho a los sistemas naturales, y “nada mejor que ellos para guiar los modelos sobre los que tenemos que basar nuestra agricultura”. Actualmente, “la visión del suelo es más extendida, nos brinda numerosos servicios ecosistémicos que tenemos que cuidar y magnificar, por ejemplo el secuestro de carbono bajo la forma de materia orgánica. Debemos aprovechar de la forma más eficiente el agua que tenemos disponible y convertirla en biomasa, en producción vegetal. Así lograremos fijar ese carbono”, detalló la especialista.
También profundizó: “Debemos extender la mirada que tenemos del suelo, ya no solo como un recurso que nos brinda alimentos sino como un elemento clave del ecosistema en el secuestro de carbono; la mitigación de cambio climático; la reserva de agua y biodiversidad, entre otros”.
Hace 30 años Aapresid comenzó la gran revolución de la preservación del suelo a partir de la implementación de la siembra directa. Hoy, se renueva esa apuesta bajo el paradigma de la “Agricultura Siempre Verde”, poniendo el foco en la sustentabilidad futura de uno de los recursos más preciados de nuestros sistemas.