En el segundo día del cese de comercialización de productos del agro, los dirigentes rurales advirtieron que la crisis que vive el campo se contagia al resto de los sectores económicos en el interior.
«En Entre Ríos, se formó una multisectorial para pedir que se resuelvan los problemas que vive la comunidad y en el NOA el comercio y la industria también están muy preocupados», dijo el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere. «Así, la producción no va más», añadió el dirigente.
La caída de rentabilidad de la agricultura, por la baja de precios, la elevada presión impositiva y las trabas al comercio de trigo y de maíz afecta el movimiento económico de las ciudades del interior. Según una estimación del Movimiento CREA, más de 77% del gasto y de la inversión de las actividades agropecuarias se localiza en los lugares donde se desarrolla la producción.
Para Rubén Ferrero, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), con la crisis del agro «está en juego la economía del país» no sólo la del sector. Por ese motivo, el dirigente opinó que el Gobierno debería adoptar «soluciones políticas y económicas» para resolver la crisis de la actividad.
Etchevehere, en tanto, se lamentó de que ninguno de los tres ministros de Agricultura que tuvo el kirchnerismo -Julián Domínguez, Norberto Yauhar y ahora Carlos Casamiquela- haya recibido en una mesa de trabajo a las entidades rurales.
Otra voz que se sumó a la medida de fuerza impulsada por CRA, la SRA y Coninagro, y a la preocupación por la crisis del campo fue la Bolsa de Cereales de Córdoba que, en un comunicado, advirtió ayer que es «apremiante la situación de la cadena agroindustrial».
La entidad enumeró, entre otros problemas, «la distorsión de los precios relativos, el aumento inexplicable de los combustibles, la intervención de los mercados con su discrecional entrega de ROE y la asfixiante política tributaria basadas en impuestos distorsivos tales como derechos de exportaciones, impuestos a los débitos bancarios e IVA con alícuotas diferenciadas».
La medida de fuerza, en tanto, comenzó ayer a tener impacto en el Mercado de Hacienda de Liniers con el ingreso de apenas 666 vacunos, cuando en una jornada normal los martes entran unas 9000 cabezas.
Mientras tanto, siguen las concentraciones de productores en Chaco, Córdoba y entre Ríos. Mañana, Etchevehere, Ferrero y Marcos Giraudo, de Coninagro, participarán por la mañana en una asamblea de productores en Piedras Moras, Córdoba, y por la tarde en una movilización en Simoca, Tucumán.
El cierre será el jueves próximo, en Salta, frente al Monumento a Güemes.