Las versiones sobre una fusión con el Ministerio de Producción generaron preocupación en dirigentes de las entidades gremiales y de la cadena agroindustrial.
Preocupación generaron en ámbitos de la dirigencia rural y en la cadena agroindustrial las versiones de que el Gobierno analizaría, como parte de un plan de reducción de gastos en los ministerios, fusionar las carteras de Producción y Agroindustria dejando, además, esta última en un rango de secretaría.
Luego de haber sido Ministerio de Agricultura entre 2009 y diciembre de 2015, con la llegada del nuevo gobierno, esa cartera, que conduce Ricardo Buryaile, pasó a llamarse Ministerio de Agroindustria. En realidad, el cambio de nombre de un organismo que refleje toda la actividad agroindustrial había sido una de las 13 propuestas de Pro y de la Fundación Pensar en plena campaña presidencial de Mauricio Macri. Hoy, de por sí, Agroindustria es más grande que el ex Ministerio de Agricultura. Según un relevamiento comparativo de la Fundación Libertad y Progreso, contra 4 secretarías que tenía en 2010 el entonces Ministerio de Agricultura, en 2012 pasaron a ser 11 subsecretarías. Y hoy, la cantidad de subsecretarías suma quince. Más atrás en el tiempo, en 2003, la entonces Secretaría de Agricultura contaba con sólo tres subsecretarías.
En este contexto, las versiones sobre el futuro de Agroindustria pusieron en alerta al sector. «Sería una mala señal para el campo. Que Agroindustria pase a ser una secretaría sería una marcha atrás enorme, algo que tendría consecuencias en la visión de las inversiones del sector», señaló Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). «Hay otra forma de reasignar gastos, con viajes, plata en protocolos y cosas inconmensurables», agregó.
Para Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, una eventual reducción del rango sería «un error estratégico».
«Por el motor que hay en la economía, que depende del campo, y frente a un mundo que demanda alimentos, bajarlo a secretaría sería un error estratégico al que nos oponemos. Hoy con la gran posibilidad que tiene el país [en los mercados compradores] estratégicamente tenemos que jerarquizarlo y ponerlo a la altura de las circunstancias, no disminuirlo», expresó el presidente de Coninagro.
Según Iannizzotto, «otra cosa distinta sería disminuir el gasto y achicar el ministerio», pero, insistió, no debería bajarse al rango de secretaría.
Desde la Federación Agraria Argentina (FAA), Omar Príncipe, presidente de la entidad, también se opuso a un cambio en la situación de Agroindustria. «Basado en esos rumores, sería una medida que no caería bien entre los productores agropecuarios. Sería contradictorio con el mismo discurso del Gobierno, que habla de un modelo de producir alimentos para el resto del mundo. Con todo lo que falta hacer en la Argentina, en el sector agropecuario, no sería una medida acertada si están pensando en eso», dijo Príncipe. «Por varios años los productores y las entidades hemos pedido que haya un ministerio», añadió.
En la Sociedad Rural Argentina (SRA) una fuente dijo sobre el tema: «No vamos a hablar a partir de hipótesis». En tanto, Rodolfo Rossi, presidente de la cadena de la soja (Acsoja), anticipó que mañana, en un seminario de la entidad, se referirá a la polémica. «El campo es un sector que reacciona bien. Con el 60% de exportaciones y divisas sería un paso atrás», indicó.
Por Fernando Bertello | Diario La Nación