Sergio Gianfelici es un productor de Coronel Arnold, en el sur santafesino. A mediados de septiembre sembró maíz y el cultivo había tenido un buen arranque. Sin embargo, “a los 20 días de nacido, hubo una lluvia grande y comenzamos a ver síntomas de una fitotoxicidad impresionante”, rememora.
A nivel técnico, la fitotoxicidad es el daño que puede causar un herbicida en un cultivo, ya sea aplicado en el barbecho químico o bien para controlar malezas con el cultivo ya implantado o emergido. Generalmente, este efecto adverso no se debe a una sola causa sino a varios factores, como los edafoclimáticos (tipo de suelos, materia orgánica, textura de suelo, precipitaciones, temperatura, etc.).
“Cuando llegamos al lote, hicimos un diagnóstico y vimos plantas con clorosis internerval, necrosis en el borde de las hojas y también muerte de plántulas”, relata Franco Herranz, desarrollador de mercado de UPL Argentina para el sur de Santa Fe.
“El problema era producto de la fitotoxicidad generada por herbicidas residuales en suelo, sumado a las bajas temperaturas que se registraron durante el inicio del cultivo de maíz”, agrega.
Para el técnico de UPL, este combo ocasionó “una baja tasa de detoxificación por parte de las plantas a los herbicidas y afectó severamente al lote”. Para revertir estas secuelas, Herranz le recomendó al productor la aplicación de Biotron Plus en dosis de 2 litros por hectárea.
¿De qué se trata este producto? Es es una herramienta biológica que permite recuperar cultivos afectados por estrés biótico o abiótico, como déficit hídrico, fitotoxicidad por causa de herbicidas, daños por heladas o granizos. Está compuesto por folcisteína, un antioxidante natural que estimula mecanismos de defensa de las plantas; además, contiene ácidos húmicos que favorecen una mayor asimilación de macro y micro nutrientes. “Estos aportan un shock nutricional que permite reactivar el metabolismo del cultivo”, explica Herranz.
¿Cuáles fueron los resultados luego de la aplicación de este bioestimulante? “Después de 10 días de aplicar el producto, volvimos al campo y nos encontramos con una grata sorpresa: el lote estaba completamente recuperado. No perdimos prácticamente plantas, todas se habían recuperado”, pondera Gianfelici. (fuente AgroClave)