Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el momento se ha cosechado el 98,6% del área de soja, y la proyección de producción total sigue en 49,5 millones de toneladas. Por su parte, la cosecha de maíz ya alcanzó el 55,6% del área, con una estimación de producción de 50 millones de toneladas.
Pero también continua transitando sus primeros tramos la siembra de trigo de la campaña 2020/2021. Los economistas de la Fundación Mediterránea recordaron que el cereal se siembra en otoño y se cosecha en primavera. Se trata de una actividad muy importante en términos de ingresos para determinadas zonas del país, como el sudeste de Buenos Aires, y que acompaña a la soja en los sistemas de producción de muchas otras regiones, en la conocida secuencia productiva trigo – soja de segunda, que permite la intensificación y el doble uso de la tierra en una misma campaña, y por ende una mejor distribución de costos fijos y gastos de estructura en los establecimientos agrícolas.
De acuerdo al panorama presentado por la Bolsa de Buenos Aires, ya se sembró el 30% del área proyectada en 6.800.000 hectáreas, pero con algunas complicaciones que están relacionadas a la falta de precipitaciones en el NOA y en Córdoba, pero también por la elevada incertidumbre que existe entre los productores como consecuencia de las últimas decisiones que ha tomado el Banco Central que afecta al mercado de insumos agropecuarios, como agroquímicos y fertilizantes.
Si bien para ayer y hoy se pronosticaron precipitaciones de variada intensidad para el noroeste de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, la ausencia de las lluvias en otros distritos de la región núcleo, hace crecer la preocupación de los productores, y limita seguir con las labores de siembra de trigo.
“Hay pocos movimientos de siembra, con poca humedad para seguir”, comentaron en la región núcleo. Según los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, el avance de siembra en la región es del 50%, y faltan 900 mil hectáreas para completar la intención. Pero la falta de agua pone en jaque la franja oeste de la zona productiva más importante de la Argentina. Un panorama que podría provocar una baja de entre un 5 y 10% del área en el este de Córdoba y el centro sur de Santa Fe, de acuerdo a lo que proyecta la entidad.
En el último informe los especialistas señalaron: “En el norte bonaerense la humedad en profundidad está, pero la superficie se ha ido secando, y si no llueve no se va a poder sembrar el 5% de suba que se esperaba. Es muy difícil que se concrete el crecimiento del área. En estas condiciones puede haber un recorte de 50 mil a 200 mil hectáreas. Habrá que ver cómo se comportan las lluvias. Los pronósticos a corto plazo señalan lluvias para viernes y sábado, pero solo llegarían al este de la región. Para una parte del oeste del área núcleo podría ser el final a la siembra del presente ciclo”.