Brasil podría importar maíz argentino

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El maíz, para no ser menos, también fue subiendo. Esta vez movido por comentarios de que Brasil exportó tanto cereal este año, que el sur se quedó sin maíz, y debería importarlo.

Sin demasiados fundamentos claros la soja en Chicago siguió subiendo y arrastró al maíz. El trigo también hizo lo propio con algo más de elementos de donde tomarse. Pero localmente el tipo de cambio bajó, y se produjo el esperado empalme de cosechas, y los valores en vez de mejorar bajaron.

El 1 de marzo la soja valía $ 3.700 la tonelada y hoy está en la zona de los $ 3.100. En el mismo lapso, en Chicago pasó de u$s 312 a u$s 330 la tonelada. La explicación es que a partir del 15 de marzo entró la cosecha nueva, y pasamos de un contexto de escasez a uno de abundancia de un momento al otro. Cierto es también que el dólar pasó en esas mismas fechas de $ 15,8 a $ 14,8 y ayudó a que el precio cayera tanto.

En lo que hace a los fundamentos, inicialmente contamos con la revaluación tanto del real en Brasil como el peso local, que podrían detener las ventas locales, y ayudar a que EE.UU. tenga más chances de colocar sus porotos. En el caso de Brasil se debió a la detención de Lula, el intento de protección de Dilma Rouseff, y a la gran chance de un impeachment que lleve a que se venga un cambio institucional serio en ese país. Esto lejos de ser tomado por el mercado como algo negativo, está mejorando algunos indicadores para Brasil. Localmente, el proceso coincidió con la decisión del Banco Central de propiciar tasas muy elevadas para las Lebac (hasta un 38% anual en los plazos más cortos) y la aparición de más oferta de exportadores. Al margen de eso, ya veíamos observando fortaleza en los mercados de aceite de palma ante la menor producción que inspiró la seca asociada al efecto Niño sobre Malasia. Pero ahora se suma India, donde también habría problemas en la producción de oleaginosas, que llevarían a más demanda de aceites.

En tanto en trigo, los analistas norteamericanos están preocupados por las altas temperaturas en las planicies trigueras, que están minando las reservas de humedad, y podrían terminar afectando al trigo. Por ello el trigo también subió.

El maíz, para no ser menos, también fue subiendo. Esta vez movido por comentarios de que Brasil exportó tanto cereal este año, que el sur se quedó sin maíz, y debería importarlo. Las chances más probables es que lo haga desde Argentina, pero Chicago subió de todas formas.

Las razones esgrimidas parecen no tener tanto peso, pero en todo caso los fondos especulativos estaban muy vendidos y ganando buena plata, por lo que ante la duda compraron para cerrar posiciones e inspiraron las alzas.

Sin embargo, lo que tenemos que imaginar es cómo se armará ahora la campaña 16/17 y para ello el 31 de maro el USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) publicará el reporte de intenciones de siembra oficiales. En el Outlook realizado en febrero se habló de 80.000 hectáreas menos de soja y 800.000 más de maíz, pero pueden venir sorpresas. Luego habrá que ver el ritmo de siembra, y en mayo cómo el USDA delinea el balance de oferta y demanda mundial. Nuevamente el Outlook nos dijo que los stocks de soja bajarían marginalmente, lo que implicaría precios estables en estos niveles, y que los de maíz crecerían (bajista).

Luego veremos en junio/julio si el clima acompaña o no a los productores norteamericanos, donde seguramente algún susto climático vendrá y los precios tendrán su sobresalto.

Un tema que deberá ser analizado es lo que Argentina hará con su siembra. Se habla de 1,5 a 2 millones de toneladas menos de siembra de soja, y 1 millón de hectáreas más de maíz. Si esto ocurre tendremos otro dato alcista para soja y bajista para maíz.

De acá a que pase todo esto podrían ocurrir tantos imponderables que no podemos asegurar nada, sin embargo, bueno es trabajar con las tendencias que hoy podemos vislumbrar en las manos.