El ministro de Agricultura les confesó a los productores que las necesidades fiscales quitan margen para un nuevo recorte. Seguirán en el 30%
En medio de las dudas sobre la conveniencia o no de rebajar en cinco puntos porcentuales las retenciones a la soja, el Gobierno prácticamente blanqueó su posición: por ahora, no va a tomar esa medida, tan esperada por los productores.
En una entrevista radial, el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, negó que se vayan a bajar las retenciones a la soja en el corto plazo, a pesar de haber sido una de las promesas de campaña de Mauricio Macri. El funcionario dijo que la situación económica es delicada y que cambiaron algunas cosas desde octubre pasado.
«Si bien el Presidente se ha comprometido en la campaña pasada a bajar 5 puntos anuales en las retenciones a la soja, también hay una realidad fiscal a la que no se puede ser ajeno», señaló el funcionario. Y remarcó: «No lo vamos a hacer este mes ni ahora, quiero quitar esta expectativa”, aseguró Buryaile. Ni bien asumió, Macri bajó las retenciones a la soja del 35 al 30%, y la promesa era reducir cinco puntos cada año.
“Hay situaciones delicadas y la decisión no pasa exclusivamente por mí. Somos parte de un gabinete económico y vamos a dar nuestra posición, pero entiendo que hay situaciones que han cambiado respecto de lo presupuestado como es el caso de las tarifas, y todos tenemos que acomodarnos a la realidad”, señaló Buryaile. Y añadió: “Vamos a reunirnos la semana próxima con Macri y con el ministro Prat Gay para ir avanzando en esta dirección, pero no es un tema que estemos tocando actualmente en el Gabinete”.
Esta semana Buryaile se reunió con las máximas autoridades de la Asociación de la Cadena de la Soja de Argentina (ACSOJA) y allí también dejó sentada su posición, sostenida en «razones de fuerza mayor».
PRESIÓN POR PARTE DE LOS PRODUCTORES
La presión por parte de los productores para que se concrete la medida anunciada en la campaña fue intensa. En este sentido, el lunes pasado, Buryaile, recibió en su despacho a los directivos de Acsoja, Rodolfo Rossi y Luis Zubizarreta, quienes llevaron a la mesa seis puntos que consideraban relevantes en esta coyuntura. El primero fue la necesidad de «concretar la anunciada reducción paulatina de las retenciones a la soja». Según la versión conocida ayer, los productores deberán esperar para alcanzar el objetivo.
La siembra de soja de la campaña 2016-2017 comenzará en la primavera, pero los productores necesitan saber de antemano si verán reducidas las retenciones para decidir cuánta superficie implantarán y adquirir las semillas, uno de los insumos de alto costo y obtener rentabilidad.
Sin embargo, tal como informó Clarín esta semana, el tema abrió grietas entre los funcionarios de Economía y trascendió que existen enfrentamientos por el tema entre ministros.
Uno de los argumentos que utilizan los funcionarios que se oponen a la reducción de los derechos de exportación es que los números del agro son buenos con una soja que hoy se comercializa en $4400 y unos U$S400 en Chicago. Y señalan que, con la reducción en diciembre del 5 por ciento, el sector recibió un plus de US$ 1.200 millones en sus ingresos y consideran que no son tiempos para otro sacrificio fiscal.
Los dichos de Buryaile, por el momento, desalientas la señal positiva que buscan los productores para lograr una cosecha de soja que en 2017 puede alcanzar entre 50 y 55 millones de toneladas.
Aseguran que por culpa de lluvias excesivas, hubo mucho rechazo de granos con alto contenido de humedad y que en zonas productivas como la provincia de Santa Fe, reparar el daño climático implica un gasto de $45.000 millones.
Por Clarin