El cabezal argentino acredita una de las mayores trayectorias como equipo diseñado y desarrollado por la industria argentina de máquinas agrícolas.
Basta recordar que hace 70 años Mainero presentó su primer maicero, el modelo A 1952, y en los años 70, por ejemplo, Franco Fabril lanzó su primer girasolero.
Y el cabezal de origen local se convirtió, con el tiempo, en una especialidad de exportación, ya sea para la cosecha de maíz como de girasol.
En el caso particular de los productos para el cereal, Argentina también se destaca por la proliferación de sistemas para la cosecha en múltiples direcciones y distanciamientos.
Los cabezales argentinos hoy están recolectando en lugares tan distantes como Estados Unidos y Rusia y han llegado también a África y a Oceanía, además de importantes mercados europeos.
Jugadores
La provincia de Córdoba alberga a tres empresas que, además de haber marcado huellas en cabezales maiceros y girasoleros, están al tope en exportaciones.
Mainero, Maizco y Franco Fabril se han posicionado en los mercados más exigentes y la nómina de clientes se extiende por varios continentes.
Por su parte, Santa Fe resalta en el escenario de los cabezales con firmas como De Grande y Ombú.
Son empresas que podrían considerarse “más jóvenes”, porque De Grande se inició en 1987 con el empuje de Marcelo y Edgardo De Grande, mientras Ombú salió a rodar en 1990.
Aun así, se han posicionado en el negocio y también llegan al exterior con sus productos.
La provincia de Santa Fe ahora también cuenta la presencia de Stara que, si bien es de matriz brasileña, comenzó a producir su cabezal maicero Brava+ en la planta levantada cerca de Alvear.
Original
Por otra parte, la alianza estratégica que en 2005 iniciaron Allochis y Claas en Argentina generó el cabezal girasolero Sunspeed, un desarrollo 100% nacional que se exporta a distintas partes del mundo.
En 2007, salieron desde Ameghino (Buenos Aires), donde Claas posee una planta industrial, los primeros Sunspeed nacionales, únicos cabezales que la marca alemana no produce en su planta de Hungría.
Los cabezales que salen para Europa son los mismos que se utilizan para la venta en el mercado local y latinoamericano. (fuente MAQUINAC)