Cae la producción de carne bovina en los primeros meses del año

0
En los primeros cinco meses de 2024 el menor nivel de existencias y el destete en los que va de  2024 determinarán una menor faena y producción de carne, situación que se viene observando de acuerdo  con los datos del sector, tal como publica la Secretaría de Bioeconomía. Estos datos coinciden con los publicado por el especialista Ignacio Iriarte en uno de sus últimos Informe Ganadero.
El total de animales faenados en los primeros cinco meses del año alcanzó 5.513.000 cabezas, mientras que la producción de carne bovina en se ubicó en 1,26 millones de toneladas, registrando ambas una caída del orden del 8% respecto de igual período del año anterior, de acurdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Roario.
Por el lado del consumo, el desempeño es dispar en el ámbito interno y el frente externo. El consumo aparente de carne bovina en el país en los primeros cinco meses del año está dentro de los valores más bajo de la serie.

De hecho, entre enero y mayo de este año se absorbieron internamente 870.000 tn res c/hueso, sólo superando a igual período de 2021 y marcando una caída del 14% respecto de los primero cinco meses del año pasado.

Lo que dejó la sequía

La producción de carne bovina en 2023 aumentó a 3,3 millones de toneladas, impulsada por la sequía, a la vez que se redujeron los stocks a 52,8 millones de cabezas, la cifra más baja en una década. Las exportaciones crecieron en volumen, pero cayeron en valor.
Con la sequía como factor impulsor, el sector bovino cerró el 2023 con un fuerte aumento en la producción de carne a costa de la desinversión de stocks., que según datos de la Secretaría de Bioeconomía, la faena bovina superó en el último año los 14,5 millones de cabezas, y la producción se ubicó en 3,3 millones de toneladas de res c/hueso, ambos indicadores marcaron un incremento del 7% y 4% respecto del año anterior y registrando el valor más alto desde el 2009.

De esta disparidad en las tasas de crecimiento de la faena y la producción se deduce que el peso promedio de los animales enviados a faena se recortó de un año a otro, producto de la menor oferta forrajera a causa de la sequía. La contracara de este incremento en la producción es una caída en las existencias bovinas en el país.

De acuerdo con los datos de stock bovino al 31 de diciembre de cada año de la Sec. de Bioeconomía, las existencias a finales del año pasado se ubicaban en 52,8 millones de cabezas, lo que implica una caída de 2,7% o 1,5 M de animales comparado con 2022.

Esta es la mayor caída anual desde el 2009, año en que las restricciones a la exportación de carne bovina precipitaron una liquidación de stock por parte de los productores, el nivel más bajo de la última década.

Por el lado de los consumos de carne bovina, el incremento productivo del 2023 tuvo su correlato con lo absorbido por el mercado interno, y los despachas al exterior.

El consumo aparente de carne bovina en Argentina alcanzó 2,44 millones de toneladas, un 4% más que en 2022 y el mayor guarismo en 5 años.

Mercado extereno

Las exportaciones, en tanto, aumentaron un 6 % interanual y alcanzaron su segundo mejor registro anual desde 1990, quedando solo detrás del 2020.

No obstante, a pesar del buen desempeño exportador en términos de volumen, medidas en valor, los despachos al exterior se recortaron respecto del año previo.

En el último año se exportó carne bovina por un valor de US$ 2.656 millones, un 20% por debajo de los 3.290 millones del 2022, a consecuencia de la caída en los precios promedio de exportación medido en dólares por toneladas de res c/hueso, que en  2023 cayeron casi un 25% con relación al 2022, según datos de la Sec. de Bioeconomía. (fuente Noticias AgroPecuarias)