Entre los sectores vacuno, porcino y avícola el mercado interno está muy abastecido. Se reconfigura la matriz de consumo a favor del pollo y el cerdo, que presentan precios más bajos.
La caída en los últimos meses de la cotización del maíz en el mercado local provocó una mejora en los costos ganaderos, pero no sólo en lo que se refiera al sector bovino sino también al porcino y al avícola. Así es que, por un lado, los productores aprovechan la buena nueva pero a la par se encienden señales de alarma. La posibilidad de una mayor producción deja en evidencia la necesidad de crecer en exportaciones para no sobreabastecer al mercado interno.
Justamente esto está sucediendo con la producción avícola, según detallan desde la consultora Agroideas, en base a los datos del Senasa. En los primeros 5 meses del año la producción de carne aviar creció un 6%, pero a la par la caída en las exportaciones provocó que el incremento en la producción se vuelque al mercado interno impactando en los precios. Así es que en mayo el producto sufrió una caída del 4,16% mientras que, por ejemplo la carne vacuna aumentó su precio en promedio alrededor del 1,9%.
Hoy la industria avícola se encuentra en una encrucijada, mientras que factores externos retrajeron el consumo de sus habituales compradores internacionales, tampoco puede salir a buscar nuevos mercados porque el sector no es competitivo. Una mejora en el tipo de cambio es sólo uno de los reclamos de la industria. Además el alto nivel de producción complica aún más el panorama.
En tanto, en lo que respecta a los porcinos, según detallan desde la asociación que nuclea a los productores, en el primer semestre del año el consumo por habitante alcanzaría los 17 kilos, de los cuales 14 son de carne fresca y el resto chacinados.
Las estadísticas indican que durante mayo la faena de cerdos creció el 11% y el acumulado para los primeros cinco meses del año muestra un incremento del 7%.
«Estamos pagando el maíz mucho más barato de lo que lo pagábamos el año pasado, esto puede llegar a acelerar la producción pero también hay que tener en cuenta que aumentaron muy fuerte otros insumos. Nuestro sector recientemente inició el camino de la exportación pero el foco no deja de estar puesto en fomentar el consumo interno. Entendemos que el sector vacuno se está preparando para producir más y aquí hay que tener en cuenta que todo lo que no exportan lo vuelcan a un mercado interno que ya está muy bien abastecido», detalló a Ámbito Financiero Juan Luis Uccelli, presidente de la Asociación de Productores de Porcinos.
Ahora bien, en cuanto al sector vacuno, durante el año pasado con un kilo de carne se compraban 12,32 de maíz; en este momento la relación es uno a 13,56 kilos y en los últimos meses llegó hasta los 15 kilos. Mientras tanto el incremento en el precio doméstico de la carne vacuna no se refleja en los valores de la hacienda en pie, lo que desalienta el incremento del stock pero a la par la faena continúa en aumento y el mercado doméstico consume poco más del 90% de lo que se produce. «Los embarques se encuentran estancados luego de haber subido un pequeño escalón que no logran remontar, limitados por condicionantes domésticos que restan competitividad a nuestros exportadores, en un escenario internacional en el que talla fuertemente la caída de las cotizaciones de los cortes más preciados», detalla Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC. Así es que la salida para toda la cadena está en que crezcan los envíos pero en la práctica el camino no es tan sencillo y el panorama sigue siendo incierto.
Por Yanina Otero | Ambito Financiero