Clave para una campaña exitosa

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Al momento de planificar la campaña agrícola, los productores agropecuarios suman entre sus costos las semillas, insumos y las labores a campo pero hay un ítem que muchas veces no se tiene en cuenta.

Al momento de planificar la campaña agrícola, los productores agropecuarios suman entre sus costos las semillas, insumos y las labores a campo pero hay un ítem que muchas veces no se tiene en cuenta y cumple un rol fundamental en la sanidad de los cultivos y los posteriores rindes y éste es nada más y nada menos que el monitoreo.

«Ésta debe tomarse como una tarea profesional, realizada por una persona capacitada e idónea porque además todos los datos que fueron recogidos se utilizan para asegurar una trazabilidad en el campo y de la campaña. De esta manera podemos saber que malezas, enfermedades e insectos atacaron al cultivo en años anteriores y así se puede prevenir antes que curar», detalló a Ámbito Financiero Daniel Igarzabal, director de Hal Monitoreos.

Ante un nuevo escenario productivo distintos especialistas e incluso los productores remarcan que en éste y en las próximas campañas agrícolas se concretará una mayor aplicación de tecnología que en gran parte tiene que ver mucho con los insumos, pero el manejo también se lleva un capítulo aparte: «Históricamente algunos productores al aplicar herbicidas también incluían insecticidas porque lo sumaban como un combo, con el total convencimiento de que no estaba de más pero aquí hay que tener en cuenta dos cuestiones: desde el punto de vista ambiental hay que cuidar el uso de fitosanitarios y aplicarlos sólo cuando sea necesario. Por otro lado está el económico y esto quiere decir que muchos productores están aplicando producto de más y por ende gastando dinero innecesario», cuenta Igarzabal.

Afortunadamente los productores de mayor escala y los más tecnificados hoy entienden la necesidad de concretar un monitoreo consciente en sus campos, el 50% de la soja sembrada en la Argentina estaría siendo monitoreada por profesionales pero «muchos otros optan por recorrer el campo arriba de la camioneta y de esta manera miran el estado de los cultivos, esta práctica debe ser erradicada porque en definitiva sólo concluye en una pérdida para el agricultor ya que bajo ningún punto de vista puede prever la posibilidad de que se avecine una plaga o enfermedad».

En cuanto a los costos, en líneas generales un monitoreo integral ronda los 10 dólares por hectárea mientras que uno que abarca sólo a las plagas sería de 6 dólares por hectárea.

«Un buen monitoreo, que debe realizarse prácticamente semanalmente, puede salvar una campaña agrícola complicada en cuanto a temas sanitarios y de plagas. Es por eso que nosotros remarcamos que es una inversión necesaria que en el corto plazo resulta en mejores rindes y sustentabilidad de los planteos agrícolas», explica el técnico cordobés.

Finalmente y en cuanto a las plagas a las que hay que tener bajo especial atención en la campaña gruesa, para el maíz y tal como vienen sucediendo desde hace varios años, las resistencias siguen generándole dolores de cabeza a los productores por lo que la oruga cogollera tendrá un papel preponderante sobre todo durante el próximo verano. Para el cultivo de soja queda por resolverse la incógnita si será un año normal o con seca pero no hay que descuidarse de la oruga bolilerra, trips y arañuelas «lo más probable es que vuelvan en este año que quizá sea un poco más seco que los anteriores», adelanta Igarzabal.

Por Yanina Otero | Ambito Financiero