Un informe de Adama menciona pautas claves para el manejo de los barbechos según consejos del técnico Mauro Mortarini, de Ojos del Salado.
«En el barbecho nuestro objetivo es acumular agua y nutrientes dejando el suelo libre de malezas. Hoy se sumó la problemática que estamos detectando déficits estructurales en los suelos. Eso termina generando menor infiltración», dijo el experto.
«La eficiencia de acumulación de agua en los barbechos a veces es negativa, es decir, terminás con menos agua de la que empezaste, no aprovechás bien las lluvias. En esos casos, apostamos a los cultivos de cobertura como un modo de no dejar descubiertos los barbechos y ayudar a los herbicidas en la otra problemática importante: las malezas tolerantes y resistentes», agregó.
Sobre las problemáticas del barbecho a fina, el técnico expresó que «son variables según la zona».
«En el sur de la provincia de Buenos Aires, los costos son más altos y las problemáticas son más complejas por el avance de las crucíferas y el rye grass. En el caso del oeste de Buenos Aires, es más sencillo por la ausencia de estas problemáticas; sigue siendo relativamente barato en términos de costos y ahí las malezas más destacadas en cuanto a dificultad relativa de control son viola y rama negra. En crucíferas se trabaja con residuales más específicos como puede ser alguna triazina y un HPPD que tengan registro para ello. En el escenario de rama negra y viola, una base de ALS que algunas puntualmente pueden andar muy bien para las dos o una combinación de ALS con un PLS», indicó.
Respecto de las problemáticas del barbecho a gruesa, indicó que «aquí se suman las problemáticas de fina en el barbecho largo».
«La clave para la zona templada de la Argentina empieza a partir del mes de agosto con los segundos nacimientos de rama negra, en septiembre con gramíneas (dependerá de qué zona del país habrá eleusine, equinocloa, las dos juntas) y yuyo colorado. Apilando residuales desde el mes de agosto manejamos de manera preemergente rama negra y los primeros nacimientos de malezas en septiembre y (para) llegar lo más tranquilo posibles a las siembras», precisó.
Según lo señalado por el técnico en el informe de Adama, «el tema clave es utilizar los residuales en los momentos previos a los nacimientos de las malezas. El momento de aplicación es clave. Hay que tener una actitud proactiva más que reactiva. Una vez que las malezas se instalaron, todo es cuestión de subir costos de manera innecesaria y los productos no funcionan tan bien».