Esta semana, la soja mostró su cara más débil en el mercado de referencia internacional. Perforando el piso de los 900 puntos, logró alcanzar un mínimo de seis año en Chicago. Hay que remontarse hasta 2009 para encontrar una resistencia en los 842 centavos por bushel. Las buenas perspectivas climáticas existentes para los cultivos hicieron sentir su presión, a lo que se agregaron las ventas de los fondos especulativos.
En el plano local, fue el producto que más sufrió la caída de precios generalizada de la semana precedente, con una baja en la pizarra de 160 pesos en sólo dos jornadas previa a la publicación del informe del Usda. Sin embargo, luego de conocerse este reporte que derrumbó los futuros de la oleaginosa, al punto de coquetear con los límites de baja en Chicago, en Argentina parecía que veíamos otra película. Pues la pizarra no acusó recibo y observó una recuperación que terminó de consolidarse con los valores negociados ayer.
Con la campaña 2015 prácticamente resuelta a nivel productivo en nuestro país, los productores comienzan a pensar en la siembra de la gruesa para el ciclo 2015/16. Y allí es donde surgen los mayores interrogantes. La segunda parte de esta saga de caídas parece ser más tenebrosa y promete poner a los números contra las cuerdas.
En el Matba, la posición mayo 2016 de soja cotiza por estos días en zona de los 217 dólares; el año pasado dicha posición alegaba un valor de 260 dólares. La caída de valores de la campaña 2014/15 complicó la salud financiera de muchas empresas productivas en diversas zonas de la geografía nacional, al punto del cierre. La perspectiva para el año que viene con esta brecha de números, luce cuanto menos preocupante.
Para el maíz, la historia se repite. Tras conocerse las primeras estadísticas de área a implantarse en nuestro país, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calcula una merma negativa inicial del 20 por ciento. Para los memoriosos, a misma altura del ciclo 14/15 hablábamos de idénticos guarismos de caída. La pérdida de área se encuentra alineada a los valores de venta que siguen sin superar la barrera de los mil pesos Up-River .
Pero aún no está todo dicho para el maíz y la soja disponible en el plano local; con algo más de dos meses por delante para la finalización de los programas de embarques argentinos, todavía el mercado sudamericano sigue siendo fuente de oferta para la demanda internacional. Hasta que se comience a jugar del partido el hemisferio norte.
Restan algunos días para sobrepasar la etapa crítica de los cultivos en Estados Unidos, en particular para la soja, y terminar con la volatilidad que genera la incertidumbre sobre el mercado climático. No parece haber buenos augurios para los más optimistas ya que nos encontramos en un contexto global y económico que no favorece a las materias primas. Bajo este panorama, será crucial llevar con el mayor nivel de detalle los números de la nueva campaña, que muestra márgenes más ajustados y variables como dólar o tasas que pueden definir la rentabilidad o no del negocio.