Expertos en poscosecha del INTA brindan recomendaciones para cosechar y no perder el esfuerzo y capital invertido desde el momento de la siembra.
Según las evaluaciones de pérdidas realizadas por el INTA en la últimas campañas de cosecha en 7 provincias, en Argentina quedan 1.019 millones de dólares en el rastrojo reduciendo los márgenes económicos de cada productor y el saldo exportable del país.
El módulo Tecno Cosecha, conformado por ingenieros agrónomos del INTA afirma que los cultivos graníferos más importantes registran pérdidas reales que superan los niveles de tolerancias recomendados entre un 25 por ciento a un 50 por ciento, y que en los próximos 3 años deben reducirse en un 20 por ciento.
Identifican a la cosechadora como la principal responsable del daño mecánico producido al grano que luego repercute notablemente en las pérdidas de almacenamiento y disminuye el valor comercial de la producción.
RECOMENDACIONES DE REGULACIÓN
En el último informe elaborado, brindan recomendaciones para regular la cosechadora según cada cultivo:
Soja
En condiciones tradicionales de cosecha, con humedades del grano entre 13 y 10%, el 70% de las pérdidas son ocasionadas por el cabezal, que se soluciona:
Controlando periódicamente el estado de cuchillas, puntones y mandos de accionamiento de la barra de corte
Regulando el índice y la posición del molinete
Cosechando a velocidades normales ( 7 km/h)
Controlando la flexibilidad de la barra de corte flotante y todos sus mecanismos de automatismo de copiado del terreno.
Teniendo cabezales draper con variador de rpm de lonas: entre 180 a 200 rpm
Invirtiendo tiempo en la regulación de la máquina junto al contratista.
La tolerancia de pérdidas por cola en soja es de 25 kg/ha, si se supera significa que existen problemas en la trilla, separación o limpieza, como sucedió en las campañas 2015 y 2016 cuando se trabajaron sojas con más de 16 por ciento de humedad.
Este tipo de pérdidas se evitan si se considera que la soja está inmadura para trillar, la cantidad que entra en la cosechadora es insuficiente para la trilla, la velocidad del rotor es demasiado lenta, no se eligieron bien las camisas o cóncavos, hay demasiado espacio entre cilindro y cóncavo, o rotor y camisa, hay demasiada luz entre los alambres del rotor (o cilindro) por desgaste o rotura; o las barras de camisa y las batidoras del cilindro están el mal estado.
Es importante controlar en la tolva la calidad de los granos que se trilla, y en base a esto determinar si la humedad del grano es inferior a la recomendada, si hubo excesiva agresividad de trilla, mucho grano limpio en el retorno, exceso de aire en la zaranda y zarandón que lleva el grano hacia el retorno; como también regular el sistema de limpieza.
Maíz
Durante la cosecha el cabezal ocasiona las pérdidas, debido al desgrane de espigas por una mala regulación de las chapas espigadoras o bien a un cultivo de plantas y espigas muy desuniformes en su tamaño, cosechado con un cabezal sin kit de chapas espigadoras regulables desde la cabina del operador, o también por un operario desmotivado para realizar las regulaciones convenientes.
En lotes que hayan sufrido sequías intensas, se debe aumentar las precauciones en cuanto a la correcta regulación de la chapa espigadora, para poder trabajar dentro de la tolerancia de pérdida.
Consejos durante la cosecha de maíz:
Antes de iniciar la campaña, se debe controlar el desgaste las cadenas alzadoras y ajustar nuevamente su tensión de trabajo
Realizar un aporte de carburo de tungsteno a los rolos espigadores
Revisar el estado de los bujes y pernos que articulan el movimiento de las chapas cubre rolos, retirando el óxido e impurezas comprimidas entre éstas y las placas de deslizamiento.
Ajustar con precisión desde la cabina de mandos la luz de las chapas cubre rolos.
Sincronizar la velocidad del cabezal con la velocidad de avance de la cosechadora.
Regular que el espigado se produzca en un 3/5 del recorrido de los rolos.
Evitar para trabajar velocidades muy diferentes en todo el terreno
Reemplazar todos los años las aletas flexibles de retención de espigas, colocadas de a pares en la entrada del “canal de espigado”, al final de las punteras laterales.
Para mejorar el trillado de las espigas, es necesario darle buena apertura en la zona de entrada de los cóncavos (50 – 60 mm) y una luz de salida de unos 20 a 22mm.
Utilizar velocidades de rotación del órgano de trilla entre 400 y 500 rpm.
Ingresar menos material “no grano” a la trilla y evitar la molienda innecesaria de los marlos para lograr su trilla.
Controlar periódicamente la calidad de los granos que se trillan monitoreando el estado del cereal que se encuentra la tolva de la cosechadora
SOLUCIONES A LA FALTA DE PISO
En condiciones de falta de piso, se deberá aumentar la flotabilidad y transitabilidad de los equipos de cosecha por el lote. Para ello habrá que reducir la presión específica (kg/cm2) de los neumáticos del suelo.
Por una parte se puede disminuir el peso de la cosechadora, utilizando las clase 3 y 4, que rondan los 180 hp de potencia, las cuales en su mayoría poseen sistema de trilla convencional. Para lograr una buena flotabilidad es recomendable no superar el 50 por ciento de llenado de la tolva durante la cosecha.
Por otra parte, se puede aumentar el ancho y el largo de pisada del tren delantero y trasero de las cosechadoras, utilizando neumáticos tipo Terra Tyre o como alternativos los neumáticos radiales de alta flotabilidad. Además equipar las cosechadoras con neumáticos duales permite distribuir la carga total por eje en cuatro neumáticos en lugar de dos.
Por último, desde el INTA ratifican que para reducir estas pérdidas se debe lograr un trabajo en conjunto junto a productores, técnicos y contratistas.
Por Carina Labruna | Agrofy News