Con angustia, los productores sacan las cuentas de lo perdido

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Alertan sobre un impacto importante en los rindes y en la economía de las empresas agropecuarias.

El incontenible avance del agua no sólo no reconoce las fronteras de las provincias afectadas de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, sino que tampoco lo hace con los estratos de los productores, sean chicos o grandes. Sin embargo, el impacto de la inundación le pega más a los productores que tienen una menor espalda económica para poder resistir.

LOS EJEMPLOS ABUNDAN
En Elortondo, en el sur de Santa Fe, Ariel Catuch, además de dedicarse a prestar servicios de contratista agrícola -siembra y cosecha- también produce sobre 100 hectáreas alquiladas. De esa superficie, que este año sembró con soja, ya da por perdidas 30 hectáreas.

Para tener una dimensión del gasto, hacer una hectárea de soja en la región en campos alquilados demanda un costo de unos 900 dólares por hectárea, según cálculos del productor Alberto Marchionni. A 30 hectáreas, como lo que tiene afectado Catuch, la inversión perdida ronda los US$ 27.000.

«Toda la zona está complicada. Hay sojas que nacieron y luego al estar varios días con agua se afectaron y no se pueden resembrar [por el exceso]. Hay entre un 30 y un 35% de lotes perdidos en Elortondo, Hughes, Chovet, Wheelwright», describió Catuch, que contó que en menos de un mes cayeron casi 600 milímetros, más de la mitad del registro de todo un año. «Fue tanta agua que se taparon todos los desagües y no se puede llegar a los campos», agregó Catuch.

Según el estado del cultivo y la cantidad de agua en un lote, se produce la asfixia de la planta de soja o, si sobrevive, una merma en su rinde.

Además de la pérdida como productor, a Catuch le preocupa el futuro de su actividad como contratista. Sucede que como cobra un porcentaje en el momento de la recolección de la cosecha, a menor rinde tendrá inevitablemente menor facturación.

Jorge Scoppa es presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma) y se ve venir un problema de menor trabajo para quienes desarrollan esta actividad en las zonas afectadas. «Hay contratistas que están mal también porque tienen a sus clientes en esas regiones afectadas y, si no hay resiembras, ahí el trabajo puede caer un 40%», precisó. «Es mala época para una inundación, porque las sojas están bajas y porque también falta maíz por sembrar», añadió.

Scoppa está recibiendo pedidos de asociados para que se explore la posibilidad de un reclamo ante el Gobierno para que los contratistas con problemas también puedan acceder a beneficios -impositivos y crediticios- de la declaración de emergencia agropecuaria.

«Este es un año que venía bien y donde la producción iba a subir. Si se esperaban 57 millones de toneladas de soja ahora no vamos a pasar de 52 millones», expresó el presidente de la Facma.

Juan Ramón Ferreyra también produce en Elortondo. Tiene 100 hectáreas propias. De esa superficie, 15 están improductivas desde hace dos años porque están completamente cubiertas por el agua. Este año sembró 85 y de ellas 10 están inundadas. El resto tiene encharcamientos y con un cultivo amarillento por el estrés que está pasando. «Seguramente el rinde va a ser menor. Puede ir de 28 a 30 quintales por hectárea contra 48-50 quintales que podría producir», dijo.

La expectativa de menor producción está impactando en los precios de la soja a nivel mundial, que ayer subieron 2,2% (más información en la página 16). Se calcula que hay 700.000 hectáreas que están afectadas por el exceso de agua, mientras que hay otro millón de hectáreas sin sembrar, la mayor parte por el impacto de las inundaciones, además de la sequía en el sur bonaerense.

El consultor Teo Zorraquín explicó que las empresas agropecuarias que están muy afectadas por la inundación y que tuvieron excesos hídricos en el otoño de 2016, como en el centro de Santa Fe, «se están replanteando cómo seguir ya que el golpe ha sido demasiado fuerte».

«Las que tienen tambo no van a poder enfrentar un otoño sin comida para las vacas, no pueden hacer silo [una reserva] de maíz porque están bajo el agua y las empresas agrícolas perderán gran parte de la cosecha», afirmó el consultor.

Para Zorraquín, «a nivel país habrá menor cosecha y menos litros de leche».

JUJUY: EXIMEN DEL PAGO DE SERVICIOS
Los afectados por el alud en Jujuy serán eximidos del pago de las facturas de agua y luz, según se oficializó a través de un decreto del gobierno provincial. La medida beneficia a pobladores de Bárcena, Volcán y Tumbaya, y tendrá vigencia por dos meses, para «seguir acompañando a los ciudadanos afectados por el alud e inundaciones ocurridas días pasados», se informó.

Por Fernando Bertello | Diario La Nación