En los inicios de una nueva campaña fina, la incertidumbre es el denominador común. Frente a números que cada vez se vuelven más finitos, los productores se cuestionan la siembra de trigo.
“La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su último informe estimó que la superficie sembrada de trigo alcanzaría 4,1 millones de hectáreas, un 7% menos con respecto a la campaña pasada”, manifestó la Lic. Paula Píccolo, Analista de Mercados de fyo, y agregó: “No obstante, otras fuentes, como la Guía Estratégica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, habla de una disminución del 25% en el área implantada para la zona núcleo”.
Lo cierto es que los márgenes continúan arrojando resultados negativos, desincentivando al productor frente a una nueva campaña de trigo. Por este motivo, aún no puede establecerse con exactitud cuál será la caída de la superficie de este cereal.
Como sea, la siembra ya arrancó y de acuerdo a la Bolsa de Cereales, al 28 de mayo se llevaba implantada un 4,3% del área apta, influyendo sobre las labores de implantación dos factores:
La rotación de cultivos
La intención de los productores de utilizar el trigo como estrategia de cuidado de las napas
TRIGO: UNA MIRADA INTERNACIONAL
A comienzos del mes de mayo, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos publicó su informe mensual con las estimaciones de stocks y producción de trigo.
En este sentido y en sintonía con el USDA, Píccolo expresó: “A nivel internacional, se estima que la producción mundial de este cereal sería menor a la de la campaña pasada pero el impacto de los grandes stocks remanentes generaría una mayor oferta”.
Los stocks finales de la campaña 2015/16 se encontrarían 2 millones de toneladas por debajo de los actuales. “De todas maneras, este escenario no tendría un impacto alcista en los precios, sino neutral”.
Por último, el USDA estimó que la producción de trigo en Estados Unidos aumentaría pero la de nuestro país caería en 1 millón de toneladas con respecto a la campaña pasada.