La actual campaña de trigo en Argentina presenta más incertidumbres que certezas, ya que la siembra avanza a paso lento y muestra el mayor retraso de los últimos 5 años mientras los precios dan claras señales de retroceso en el plano internacional.
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, desdel el inicio de las labores durante el mes de mayo hasta el momento solo se implantó el 19% del área proyectada con trigo que es de alrededor de 6,3 millones de hectáreas.
Especialistas consultados por Ambito.com detallaron que no hay un denominador común sino que en algunas zonas hay exceso de agua en el suelo y en otras falta humedad. Es que la sequía dejó un panorama dispar en las tierras fértiles de Argentina y eso se está siendo sentir en la implantación del cereal.
Una cuestión clave que tienen en cuenta los productores es que para los próximos 15 días en la zona núcleo está pronosticado el ingreso de una ola polar que llevará a las temperaturas por debajo de lo habitual a la par de que no se esperan precipitaciones de consideración.
Otra situación que pone presión sobre la campaña son los precios internacionales del cereal que siguen a la baja, algo que era pronosticado por el mercado pero que termina de erosionar los escasos márgenes de los agricultores.
Mientras tanto, se está dando una particularidad en los precios locales del trigo con entrega inmediata, es decir, el grano de la campaña pasada. Los valores están por encima de lo que muestra el mercado internacional. Según explica la Bolsa de Comercio de Rosario, el precio del trigo disponible subió u$s40 en la plaza local desde finales de abril, básicamente porque el remanente de la cosecha 2022/23 por comercializar es exiguo.
“La molinería podría llegar a demandar en la presente campaña un número cercano a los 6,1 millones de toneladas, de las cuales lleva aseguradas en el mercado interno unas 3 millones de toneladas. Es decir, la molinería tiene que salir a comprar más de 3 millones de toneladas de trigo de acá hasta que entre la nueva cosecha”.
En tanto la BCR explica que el grano podría ser aportado por el sector exportador que ya lo tiene en su poder, pero cobraría un precio por arriba del internacional teniendo en cuenta la presión del mercado interno. “Según nuestras proyecciones, las exportaciones podrían ubicarse entre 4 y 4,5 millones de toneladas a lo largo de la campaña, por lo que el sector contaría con más de 1,5 Mt adicionales para volcar al mercado interno”.
Fertilización en la mira
Más allá de la diferencia de precios entre el grano del ciclo pasado y el actual, la siembra de trigo 2023 también trae otra incógnita: la tecnología. Luego de la abrumadora sequía del año pasado, sumado a los vaivenes económicos locales, los agricultores se debaten entre fertilizar o no fertilizar fuerte porque sus márgenes para aplicar tecnología son acotados y eso terminará perjudicando al balance final de la campaña.
Así es que con más sombras que luces avanza tímidamente la siembra de este cultivo estratégico para la economía, que busca resurgir pero encuentra diversos inconvenientes a sortear en el corto y mediano plazo. (fuente Noticias AgroPecuarias)