Los robots agrícolas siguen ganando terreno en distintos mercados del mundo. A las experiencias en cosecha, siembra y pulverización, se suman nuevos nichos, como el control mecánico de malezas en cultivos especiales.
El detalle es que en Europa estos servicios se prestan en la mayoría de los casos a través de terceros, es decir, lo que nosotros conocemos como contratistas rurales.
¿La razón? Se trata de aprovechar al máximo la capacidad de trabajar 24 horas de manera autónoma, dado el elevado costo de la tecnología.
En esa línea , la empresa alemana Farming Revolution ofrece el servicio de control mecánico de malezas a través de sus robots.
El servicio es apropiado para productores de remolacha azucarera y otros cultivos especiales que requieren del desmalezado y no pueden (o no desean) adquirir un robot.
Actualmente, Farming Revolution cuenta con una base de datos compuesta por 12 millones de imágenes de plantas y, según la empresa, es la más grande del mundo.
A partir de ese reconocimiento en tiempo real de las plantas, los robots proceden a la remoción mecánica de las malezas.
En la Argentina, la idea de robots contratistas suena a ciencia ficción. Pero, al menos en Europa, esa semilla ya comenzó a germinar. (fuente MAQUINAC)