Bruno Camargo es desarrollador de software y desde Montevideo, utiliza una herramienta concebida en Uruguay, denominada Genexus, que permite crear una única vez un programa y luego adaptarlo a diferentes plataformas, ya sean sitios web, teléfonos, tablets, chatbot y demás, lo cual “es muy novedoso y para quienes programamos en Genexus tenemos esa ventaja, sin tener que reconstruir cada vez el software”.
Durante la última década el mercado del desarrollo de software en el vecino país tuvo un crecimiento de consideración, que si bien no supera a la magnitud del argentino, tiene capacidad y mercado a nivel global, siendo Genexus la empresa que logró instalar a ese país en el mapa de este negocio.
Conaprole es el referente de la industria lechera uruguaya y con un camino de incorporación de tecnología en todas sus etapas, la necesidad de generar una aplicación móvil que colabore con la tarea de organización en los tambos que proveen de materia prima a la empresa.
Respondiendo a la propuesta de un colega, Bruno Camargo que ya tenía experiencia en apps para móviles, comenzó a trabajar en una idea que tenía como base algo que forma parte de la realidad uruguaya y argentina en el campo, que es la posibilidad de utilizarla de manera offline para la carga de datos, para una posterior sincronización al momento de conseguir conectividad estable, para derivarlos a un servidor central que funciona como data warehouse, para juntar toda la base de datos e incluso comparar entre usuarios y generar informes.
“La idea era hacer una aplicación en la cual se puedan registrar eventos reproductivos, de sanidad, de todo el rodeo de un tambo. Comenzó como un registro en una Tablet, luego incoporamos los teléfonos, que permite hacer una especie de historia de cada animal, con el dispositivo en el lugar, sin computadora, sin papeles y sin demoras”.
Camargo que transitó con esto su primera experiencia de trabajo con el sector agropecuario entendió a la perfección el mapa del productor promedio. “Antes había una especie de anotador grande que repartía Conaprole, donde los tamberos anotaban cuántos partos tenían las vacas y todos los eventos. Era un Excel gigante a mano y de ahí arrancamos a trabajar”, allá por mediados de 2017.
En tres meses con un grupo de trabajo, encargados de monitorear a los tambos de la empresa láctea, consiguieron desarrollar una primera versión que les permitía “tener un camino único para que todos vuelquen los datos”.
Esta aplicación está activa hoy en 110 tambos, que son de dimensiones chicas, porque los de mayor tamaño cuentan con otras tecnologías y formas de control de la producción y las tareas cotidianas.
Entonces los tamberos compran una tablet y la Cooperativa Nacional de Productores de Leche les aporta el software, el asesoramiento para su uso y un seguimiento a cargo de un veterinario que es el encargado de acercar la aplicación a las explotaciones.
Fuera de Uruguay
En Google Play se puede encontrar como miTambo la aplicación, con algunas particularidades más que las del desarrollo original hecho para Conaprole.
“Lo que hace la app es ordenar la casa. De alguna manera, en vez de tener las planillas hechas a mano o depender de un programa que está en una computadora que necesita cargas obligatorias en un lugar fijo, con la tablet o el teléfono se puede trasladar todo eso al lugar a donde está el animal. Por eso desde el punto de vista de la movilidad tiene una ventaja tremenda, frente a otros software”.