Los especialistas sostienen que había una «demanda reprimida» de equipos.
Las ventas de tractores y cosechadoras tuvieron un fuerte impulso en el primer trimestre de 2017 versus igual período del año pasado. Según un relevamiento de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), en base a referentes de la actividad y datos del Indec, la comercialización de tractores trepó un 75% y la de cosechadoras lo hizo un 25%. En unidades, las operaciones en tractores pasaron de 952 a 1664, en tanto que en cosechadoras saltaron de 276 a 344 equipos.
El dato confirma la buena performance del mercado de maquinaria agrícola tras la reactivación por la rebaja de las retenciones y el fin de las trabas para exportar, que dinamizaron la comercialización. «Todos están vendiendo bien», resumió Mario Bragachini, especialista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Manfredi, en Córdoba. Esto representa también un buen ritmo para la renovación de equipos del parque de maquinaria agrícola.
Más allá de la tendencia positiva, el dato del trabajo de Fisfe muestra un fuerte crecimiento de las ventas de los equipos importados, con un ritmo superior a los equipos fabricados localmente.
De acuerdo con la cámara de los industriales de Santa Fe, mientras en el primer trimestre de 2017 la venta de tractores nacionales subió un 62%, la de unidades importadas aumentó un 192%. En equipos importados el salto en la comercialización entre el primer trimestre de 2016 y el de 2017 fue de 92 a 269 tractores.
Por el lado de las cosechadoras, la comercialización de equipos nacionales se incrementó un 8%. En cambio, la venta de cosechadoras importadas tuvo un alza del 68%. Así, pasaron de venderse 77 a 129 cosechadoras importadas entre el primer trimestre de 2016 y los tres primeros meses de lo que va del año. «Desde comienzos de 2016 se observa un importante descenso de la participación de las cosechadoras nacionales en la cobertura de la demanda interna», consignó la entidad.
En sembradoras, según el trabajo, la venta total aumentó un 24% en el primer trimestre. En este punto, detalla que en abril mientras se exportaron sembradoras por US$ 667.0000 las importaciones fueron por US$ 2,3 millones.
En este contexto, según datos del Observatorio de Importaciones de Santa Fe, en este caso considerando los primeros cinco meses del año, entre enero y mayo último se importaron 870 tractores, un 230% más respecto de igual período de 2016. En cosechadoras, con 325 equipos hubo una suba del 322 por ciento. En pulverizadoras pasaron de importarse 22 a 71 equipos, una suba del 222 por ciento.
Según explican en el sector de la maquinaria, el fenómeno de la importación obedece, por un lado, a la quita de las trabas para la importación que mantenía el gobierno anterior. Por esa causa había una demanda «reprimida», ahora liberada porque puede acceder a productos que antes no ingresaban. Esto está facilitando una mejora en la renovación de equipos.
Bragachini indicó que hay «un crecimiento relativo» de los equipos importados y señaló que «cualquier país tiene precios más competitivos» para vender sus equipos en la Argentina. Los costos locales complican la competencia. Por los mayores costos, Bragachini alertó que mientras el año pasado se exportó maquinaria por más de US$ 100 millones este año «con suerte» se repetiría ese valor.
José María López, vicepresidente de Pauny, fabricante de tractores, indicó que la empresa está «vendiendo lo mismo» pese a la importación. Pero advirtió: «Hay luces amarillas prendidas».
Por Fernando Bertello | Diario La Nación