(Conexión Rural/Pablo Salinas) Uno de los eslabones más importantes de la producción agropecuaria son los contratistas rurales, sector que además de sufrir directamente los efectos del clima en su trabajo, es el primer golpeado por las medidas restrictivas del gobierno.
En este marco, Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (FACMA), planteó que “estamos sufriendo una de las peores sequías de los últimos cien años”, y pronosticó que “la situación va a ser muy difícil. Quizás todavía no entendamos cabalmente, por el día a día de lo que estamos pasando, pero los grandes calores están terminando con los cultivos del centro de la pampa húmeda”.
El dirigente reconoció que “si bien hay algunas zonas que están un poco mejor, eso es muy puntual. Lo que había bueno las heladas le pegaron un golpe bastante drástico y afectó a un 30 o 40 por ciento de los cultivos y entonces todos estamos mal, tanto el productor como el contratista que necesita alquilar campos. Estamos a la espera de alguna medida del gobierno de subsidio para poder seguir y encarar la próxima campaña, porque será muy difícil sino”.
En un intento por asistir a los empresarios del sector, desde la FACMA están gestionando para que se les otorgue un año de gracia para el pago de cuotas de maquinaria agrícola a través del Banco Central, con una resolución que alcance a todas las entidades bancarias y las concesionarias.
“El problema que tenemos es que no contamos con los perfiles para encarar la campaña fina, porque terminada esta cosecha los productores estaban muy entusiasmados para sembrar mucho trigo, con lo cual se podía llegar a fin de año con comodidad, pero ahora se ha puesto todo muy grave y se genera mucha incertidumbre”, apuntó el presidente de FACMA.
En defensa de los contratistas Scoppa consideró que “somos el eslabón productivo más castigado, porque somos usuarios de todo tipo de insumos que han duplicado o triplicado los precios. Las malas políticas que ha implementado el gobierno, cuando limitó las importaciones, especialmente con las cubiertas, y después hubo un manejo y las gomas nunca más bajaron de precio. Hoy una cubierta vale el doble que en cualquier país limítrofe. Nuestros costos se han ido por las nubes”, graficó.
A modo de cierre dejó un mensaje optimista: “Argentina va a crecer, tenemos estos limitantes, estos parates por el clima, pero si no fuera por la sequía este año superábamos, ampliamente, las 160 millones de toneladas. La apuesta que tiene Argentina es llegar a las 200 millones de toneladas a corto y mediano plazo. Este es un año electoral, por eso le pido a la gente que sepa votar, y que entienda que el país sale adelante con el campo y no contra el campo”.