En el Webinario «El INTA y la Agricultura Digital» el Ing. Agr. Juan Pablo D’Amico de la EEA INTA Hilario Ascasubi, disertó sobre cuatro aplicaciones para celular que brindan diferentes utilidades a la hora de calibrar pulverizadoras y sembradoras. Las aplicaciones son desarrollos realizados en la referida Estación Experimental.
Son tres los desarrollos de la serie de Criollo orientados a los equipos de pulverización de distinto tipo. Uno para pulverizadora de barra o botalón, otro para atomizadores utilizados en cultivos arbóreos (de turbina), y otro para mochilas, (equipos portados por el operador). La cuarta aplicación llamada Campero es para sembradoras a chorrillo y plantadoras monograno.
Uno de los objetivos es reducir la brecha tecnológica entre las máquinas de alto nivel tecnológico y las máquinas promedio, que aún no tienen una dotación de automatismos. Y ello pesando en actividades regionales como horticultura, floricultura, y la producción de pequeños productores. Se busca mejorar la operación de los equipos y encausarlos hacia las buenas prácticas, detalló D’Amico.
Facilitan la realización de cálculos matemáticos a la vez que ordenan el proceso de regulación de la máquina al dejar establecido un protocolo lógico de trabajo. Asimismo, evitan los errores de comunicación entre los actores intervinientes, como el operario, el productor, el asesor. Y se generan reportes que se comparten en el celular.
Por otra parte, son aplicaciones que funcionan fuera de línea, es decir que una vez instaladas no requieren competitividad para operar. Tampoco se vinculan con otras aplicaciones (apps) es decir son cerradas en la gestión de la información.
En el futuro tenderemos a compatibilizarlas con otras aplicaciones, pero por el momento son herramientas de ”celular sobre arriba del tractor” y ocupan poco espacio de memoria.
Son genéricas en cuanto a marcas y modelos de máquinas y se basan en criterios normalizados. Tanto es así que son universales y las descargan usuarios de otros países.
Cada aplicación tiene un menú donde el operario fija los puntos de regulación de cada variable, como en el caso de pulverización es la presión, la velocidad de trabajo, caudal de la pastilla, distancia entre picos. En caso de siembra es densidad.
Asimismo, permite hacer una verificación de las prestaciones en función de comparar los cálculos teóricos que se realizó en la aplicación con la prestación de la máquina. Tienen también la función de convertir las dosis a cantidades, y así facilitan el cálculo de la cantidad que se precisa de cada producto.
Criollo define que de las 5 variables de trabajo de una pulverizadora, hay dos que son discretas que es la distancia entre picos y la selección del pico, y luego permite despejar alternativamente una de las otras tres, que son la velocidad de trabajo, la presión y el volumen pulverizado. La aplicación permite saber que pasa con las variables si cambio una de ellas.
Otra función de la aplicación es definir si los caudales de los picos ingresados, previamente medidos por pico, son adecuados. Y otra es determinar el volumen pulverizado efectivo, en función de lo que erogó cada pico.
Todo esto brinda precisión al momento de controlar una máquina y también al controlar los insumos necesarios, debido a que se trabaja con el volumen efectivo por hectárea y no el teórico. Y uno de los caballos de batalla de la aplicación es calcular la mezcla. Es decir que se puede ingresar el nombre del producto y la dosis en gramos por litro o ml por litro en función de la superficie a tratar, y la aplicación convierte estas dosis en cantidades. Y la cantidad se puede geo posicionar en el reporte, cuando se carga en la app con el teléfono ubicado en el lote a trabajar. Los reportes se pueden compartir por whastapp, y como PDF adjunto.
La otra aplicación, Campero, con la misma lógica maneja las unidades de la densidad de siembra o de plantación, en kg/ha, o bien semillas/ha, semillas por metro lineal de surco, distancia entre semillas, semillas viables o población objetivo. Además, Campero es un convertidor seguro entre todas estas opciones de unidades.
Y algo interesante, calcula la “rectangularidad” de la distribución. Considerando que en la actualidad se discute la distancia entre líneas de maíz, Campero puede simular que pasa con la distribución de plantas, cuando se mantiene la densidad de semillas pero se cambia la distancia entre las hileras de siembra.
Asimismo, permite controlar la uniformidad de distribución a lo ancho de la máquina tanto para semilla como para fertilizantes y otro insumo que puede ser un insecticida de suelo como los aplicados en la linea de siembra en horticultura. Para ello, se recolectan las semillas por bajada, y se expresa en gramos para dosificación a chorrillo o semillas para dosificación monograno. Y la app entrega la densidad efectiva de siembra y la diferencia porcentual con la densidad teórica calculada.
En grano grueso calcula el índice de fallas y de duplicaciones que se tienen en la siembra bajo control. Campero permite ir agregando los resultados relevados a un reporte final. También tiene un calculador de insumos que brinda la cantidad de bolsas de semillas o fertilizante a usar, o bien a granel. El reporte generado se puede guardar como PDF y compartir.
Estas apps se difunden o viralizan fácilmente explicó D’Amico para finalizar, debido a que no precisan otro soporte que el digital y resultan de uso muy intuitivo y amigable. Por otro lado, y no menos importante, son una poderosa herramienta para la extensión y capacitación de operadores de equipos, formación de técnicos y profesionales. Otro dato de valor es el hecho de que estas aplicaciones son utilizadas en cátedras de maquinaria de todo el país.