Cuidado y curado de semilla: las claves para el trigo y la cebada

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Las estrategias agrícolas comienzan por la elección de la semilla, la variedad, y el objetivo. Luego, llega el turno del cuidado y curado de semilla, siendo el control de  uno de los factores que definen rendimientos.

Por eso, es importante la implementación de una estrategia adecuada de tratamiento, que permita proteger a la planta de patógenos presentes en la semilla, en el suelo y rastrojos que la afecten en sus fases iniciales.

Al respecto, Pablo Ramírez D’Auria, gerente de tratamiento de  de , sostiene que “el tratamiento de semillas es un proceso clave para alcanzar un desarrollo saludable de la planta y optimizar la producción. A partir de la adopción de estrategias integradas y la aplicación de fungicidas eficientes, lo que buscamos es evitar que se desarrollen enfermedades en los primeros estadios pudiendo derivar en pérdidas sustanciales”,

Modificando el refrán conocido popularmente “más vale prevenir que ”, la recomendación del especialista es “curar para prevenir”, sobre todo en trigo y cebada, donde la aplicación de diversas técnicas de prevención (curado de semillas) apunta a evitar (prevenir) situaciones como la aparición de la mancha amarilla, el carbón cubierto o caries, el carbón volador, la mancha de la red y las royas.

Para poder estar a tono con lo que señala Ramírez D’Auria, BASF cuenta con herramientas específicas y eficientes, como Kit Sistiva (Triticonazole + Fluxapiroxad) para trigo y cebada, que, además de controlar a los patógenos causantes de carbones, manchas, y fusariosis, protegen a las plántulas ya emergidas de las primeras infecciones de las royas que son llevadas al lote por el viento.

“Este tipo de productos nos permiten mayor flexibilidad al momento de la primera aplicación foliar y una mejor eficacia de los fungicidas foliares en general. También, brinda protección prolongada y mayor desarrollo de raíces y absorción de nutrientes”, finaliza Ramírez D’Auria. (fuente Infocampo)