Cuidar el rendimiento, la mejor defensa ante bajos precios

0

En una campaña con condiciones predisponentes para el ataque de enfermedades crecieron las estrategias de prevención y de manejo integrado para el control.

En la zona núcleo, una gran cantidad de lotes de soja llegó a R3, inicio de formación de vainas, con 300 a 400 milímetros acumulados en los 40 días previos a este estado. Mucha agua y condiciones de humedad y de temperaturas óptimas para el desarrollo de enfermedades foliares de fin de ciclo.

Puntualmente en Pergamino, todos los lotes presentaron o aún presentan síntomas de mancha marrón, una de las enfermedades de fin de ciclo más importantes. Es que las continuas lluvias favorecieron la dispersión de las esporas de su agente causal, Septoria glycines. «Recientes relevamientos muestran una prevalencia del 100%», graficó Antonio Ivancovich, doctor en patología vegetal, investigador del INTA Pergamino y profesor de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (Unnoba).

En la consultora Lares SRL, monitorearon lotes y encontraron que el indicador de mancha marrón que toma su presencia en relación con la altura de las plantas no superaba el 30 por ciento, nivel considerado normal. Sin embargo, observaron, en medio de condiciones altamente conducentes, mancha marrón en el 99,3% de los casos en soja de primera.

Además de mancha marrón, en general en la pampa húmeda también se presentaron mancha púrpura y mancha ojo de rana, por ejemplo.

Este año también se incrementó la presencia de complejos de hongos del suelo.

SÍNDROME DE LA MUERTE REPENTINA (SMR)
«Las abundantes lluvias en el período de floración son condiciones predisponentes para el síndrome de la muerte repentina (SMR), causado por el hongo Fusarium tucumaniae. Los lotes sembrados con variedades susceptibles al SMR están presentando moderados ataques de la enfermedad», alertó Ivancovich.

El técnico del INTA alertó para adelante: «Si durante el resto del ciclo las temperaturas máximas son moderadas, no superan los 30 grados, la abundante cobertura de los cultivos predispondrán a ataques de la podredumbre húmeda del tallo, causada por el hongo Sclerotinia sclerotiorum».

Por lo pronto, ante la baja de los precios, en general el criterio que siguieron productores y técnicos fue aplicar para proteger las perspectivas de muy buenos rendimientos. «Si bien los números no son muy alentadores, se buscó defender el cultivo en un buen año donde la humedad existente en los lotes favorece el desarrollo de estas enfermedades que no sabemos cuánto daño nos harán», explicó Juan Pablo Ioele, asesor en el sur cordobés.

Se apuntó más a una estrategia de prevención, con mucho monitoreo previo. Esto aunque hubo variaciones de manejo de acuerdo con las regiones.

«En la zona núcleo más de un 90% de los lotes de soja de primera fueron tratados con fungicidas. Aunque la aparición de enfermedades hasta el momento fue baja, el año se presenta muy húmedo y los cultivos están en muy buenas condiciones como para no protegerlos. Por lo que se decidió aplicar fungicidas en forma preventiva. En tanto, los tratamientos en soja de segunda recién comienzan», señaló Juan Gabriel Tellería, director de A&T y Asociados, firma que entre sus servicios cuenta con técnicos monitoreadores para enfermedades.

«En el resto de las regiones que monitoreamos en la Argentina, Córdoba, San Luis y La Pampa, el manejo no se generalizó e incluso se podría decir que, a la fecha, se han tratado menos cantidad de hectáreas que en la campaña anterior. Hemos sido más prudentes a la hora de recomendar y realizar tratamientos, pues los resultados económicos esperados son menores y más aleatorios», agregó el experto de A&T.

Según estimaciones de la firma Red Surcos, contra unos US$ 100 millones del año pasado el mercado de fungicidas para soja rondaría los 160 a 200 millones de dólares. A estas alturas de la campaña, esta empresa ya facturó el doble de ventas que el ciclo anterior.

«En muchos casos, la tecnología de aplicación de fungicidas en forma preventiva se toma como regla en todas las campañas, pero en años como el actual, el incremento de uso de fungicidas es marcado», graficó Enrique Fernández, técnico de esa firma.

El grueso de los tratamientos pasó por fungicidas que combinan dos tipos de moléculas, triazoles más estrobilurinas.

Marcelo Carmona, fitopatólogo de la Facultad de Agronomía de la UBA, destacó que los productores están mucho más conscientes de que en años lluviosos es necesario tomar decisiones para el control de enfermedades. «Se observa que están mucho más capacitados para entender la relación entre lluvias, enfermedades de fin de ciclo y respuesta al uso de fungicidas. Observan que la soja dará alta producción y productividad y que ante años lluviosos es mejor preservar cantidad y calidad de los granos», ejemplificó Carmona.

Para el especialista, mancha marrón y mancha púrpura tuvieron este año una mayor incidencia que el año pasado, a nivel general.

Además de estar más atentos a cuidar el rinde con el fungicida en un año lluvioso, los productores enfatizaron más el trabajo sobre el concepto del manejo integrado de enfermedades. Y allí exploraron interrelaciones con variedades resistentes y otras prácticas.

ACCIÓN EN EL LOTE
«Nuestra sugerencia agronómica estuvo orientada a sugerir la aplicación de los lotes que expresaban un alto potencial de rendimiento al comienzo del periodo crítico R3. En determinados casos, por una cuestión de oportunidad de la labor o combinación con insectos, las pulverizaciones fueron sugeridas en R2. Estas sugerencias estuvieron sustentadas principalmente teniendo en cuenta el potencial de rendimiento y el año altamente conducente para el desarrollo de las enfermedades», afirmó Diego Álvarez, técnico de Lares SRL.

Para los técnicos, una campaña siempre deja cosas para trabajar de cara a la siguiente. Entre ellas, las bacteriosis.

«En campañas como la que atravesamos también se registra y se generan muchas consultas sobre las bacteriosis y su manejo, cuenta pendiente para conocer su manejo y pérdidas de producción. Hoy en día se cuenta con muy poca información», admitió Álvarez.

PALABRA DE EXPERTOS EN MANEJO
Para ganarles a las enfermedades

Antonio Ivancovich. Inta Pergamino

«Se están presentando condiciones de humedad y de temperaturas óptimas para enfermedades importantes»

Marcelo Carmona. Fitopatólogo fauba

«El productor está más consciente de que en años lluviosos es necesario tomar decisiones químicas»

Diego Álvarez. Lares srl

«Los lotes con monocultivo de soja marcan niveles más altos de la enfermedad en comparacióna los otros antecesores»

Juan Pablo Loele. Asesor

«El criterio de aplicación se fundamentó en defender el buen estado del cultivo a pesar del costo y los bajos precios de la soja»