Será desafiante definir la estrategia de fertilización este ciclo de verano, considerando que los cultivos sembrados serán mayormente tardíos, fuera de fecha u atrasados. También está presente la severa Niña, la falta de humedad en los perfiles y las expectativas de recomposición de las lluvias recién para el mes de febrero.
¿Cómo considerar cada variable, decidir y conseguir rindes estables? Ante la importante incertidumbre, hay que empezar por las certezas.
Por ello, Fertilizar Asociación Civil organizó una charla técnica enfocada en fertilización y la disponibilidad hídrica. La tituló: “La nutrición de los cultivos de verano, con foco en el manejo del agua”.
De acuerdo al Comité Técnico de Fertilizar, cuando el escenario de restricción de recursos es por agua, es importante enforcase en la agronomía para comprender cuál es el aporte de cada tecnología.
Aquellos productores que se deciden por sembrar un cultivo tardío, sin perfil de humedad totalmente disponible, igualmente, deben plantear una estrategia de nutrición vegetal beneficiosa pensando en la eficiencia de uso del agua porque “el agua es mejor aprovechada cuando la condición de la nutrición es mejor, reduciendo brechas de rendimiento”, destacó el coordinador del Comité y docente de la Universidad Nacional de La Pampa, Martín Diaz Zorita (Foto 1).
Díaz Zorita asignó una consideración central al “nutriente del año”: el fósforo. “Esta campaña es el ciclo del fósforo, el nutriente resistente a la sequía”, encomillaron desde Fertilizar.
“Con fertilización balanceada y una ajustada nutrición con fósforo cambia la arquitectura de las raíces -prolificidad y profundidad-, generando más recursos para crecer en maíz. Asimismo, en soja, aumenta la nodulación. Un cultivo mejor nodulado es más nitrógeno para crecer “, recalcó.
Fósforo
Desde Fertilizar insistieron, nuevamente, en que las deficiencias de fósforo son muy frecuentes e importantes. En 2011, el fósforo extractable en la Región Central era de 23,3 partes por millón (ppm), pero en 7 años (en 2018) era de 16,3 ppm. “La falta de aplicación de fósforo mantiene una productividad reducida en un 10%”.
Ante de brindar las consideración, Díaz Zorita aseguró que “la estrategia de fertilización con fósforo es muy importante para los resultados”.
Zinc
Por su parte, el Coordinador Técnico de la entidad, Nicolás Rouillet (Foto 2), se enfocó en el zinc, un nutriente ya deficiente en el 83% de la Región Pampeana, y también determinante ante el estrés térmico, un factor esperable este verano con las olas de calor.
“Más allá de la necesidad, el zinc protege a los cultivos a la sobreexposición a la luz -radiación con estomas cerrados-. Este estrés genera radicales libres, que deterioran a las células. El zinc protege a las células de estos agentes químicos nocivos”, explicó Rouillet.
El asesor también ponderó al zinc como un nutriente importante para nutrición humana.
Tanto Díaz Zorita como Rouillet destacaron los resultados vistos en la “Red de valorización de estrategias de nutrición”, de Fertilizar.
“El resultado en 6 años y 66 ensayos en cultivos representativos fue que el uso actual de fertilizantes incrementa hasta el 22% de los rendimientos, y que la brecha de rendimientos por mejoras en la nutrición entre el manejo actual y altos rendimientos es de 14%”, sostuvieron.
Para ellos, la fertilización mejora la producción y con mejores estrategias nutricionales hay respuestas.
“Al fertilizar, se busca aumentar la eficiencia de uso del agua y hacerlo responsablemente mejora la disponibilidad de nutriente para las plantas. Cada milímetro que se transmite debe convertirse en rendimiento”, concluyeron. (fuente Infocampo)