Referentes de todos los eslabones de la cadena de valor de la producción ovina se concentraron la semana pasada en la Bolsa de Comercio de Rosario para participar del primer seminario regional del rubro, organizado por la empresa Mitiuzen Agronegocios. El encuentro sirvió para la difusión de las acciones de promoción tendientes a posicionar el «cordero argentino» como marca registrada, fomentar su presencia en mercados externos y a su vez como opción permanente para los consumidores en los mostradores y góndolas, junto al resto de las carnes de consumo habitual.
El objetivo principal es aumentar el consumo per cápita, que hoy en el país es de aproximadamente un kilo anual por persona, y lograr el incremento de las ventas en todos los puntos de comercialización, especialmente carnicerías y supermercados. También se pretende que el cordero forme parte de las cartas de los locales gastronómicos, que hoy por hoy es muy acotada.
Es que hoy por hoy la carne ovina sólo llega a la mesa de los argentinos en ocasiones festivas y de gran convocatoria de comensales, porque hoy por hoy es posible acceder en algunos negocios por encargue, y sólo se vende la carcaza entera o a lo sumo media res. Esta realidad se explica no sólo por falta de stock sino por deficiente integración de los elementos del ecosistema ovino, además de la falta de oferta en los mostradores y fomento del consumo. «Lo que no se muestra, no se vende», dijo la directora del área de Ovinos, Caprinos y Camélidos del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Viviana Hamelin.
«Los frigoríficos dicen que no hay corderos, los productores dicen que no hay frigoríficos, los consumidores dicen que no hay corderos. Me parece que están todos los eslabones, lo que falta es pensarlo como cadena, unir todo y lograr los resultados esperados. La etapa de degustación ya la superamos, pero recurrentemente dicen que no lo encuentran en carnicerías. Un producto que no se ve, no se vende, así que lo que falta es visualizarlo y que esté permanentemente a lo largo todo el año . Es el desafío que tenemos para el año que viene», dijo la funcionaria, en alusión a la implementación desde mayo pasado del programa Cordero Argentino, que precisamente postula la promoción del «incremento del consumo de la carne ovina para posicionarla como un alimento de ingesta habitual en el mercado interno, y fomentar su presencia en mercados externos».
A siete meses de su implementación, se ha logrado el mencionado nomenclador con la descripción de los cortes, denominación, ubicación anatómica, y la ejecución de la etapa de promoción de la imagen del producto a nivel nacional a través de campañas de comunicación y participación en distintos eventos, con degustaciones y difusión de material técnico y de un recetario con preparaciones sencillas de cordero.
En adelante, se prevé continuar con la difusión en centros urbanos y ciudades turísticas y la organización en encuentros como la Semana del Cordero, como la que esta semana arrancó en La Plata: los restaurantes más prestigiosos detendrán al cordero de la Provincia de Buenos Aires como protagonista en sus cartas, con platos a precios promocionales. También habrá capacitaciones en carnicerías y un curso de desposte para carniceros e industriales. La idea es continuar con estas ediciones en destinos turísticos.
«Este programa ovino fue por una demanda de los productores. Este año se fue alentando consumo interno y lo interesante es que la industria se acercó y empezó a formar parte. De hecho, el nomenclador oficial de cortes que salió por resolución fue trabajo en conjunto por frigoríficos de Buenos Aires», comentó Raúl Errasti, técnico de la dirección ovina. «No queremos que la carne ovina sea una carne alternativa sino que sea una opción. Nos queda mucho por recorrer, sobre todo mercados a ganar y acciones de promoción, ver cómo lo orientamos a mercados competitivos», agregó el veterinario.
«Seguramente en poco tiempo nos vamos a quedar cortos y los vaivenes en cuanto a recursos va a salir», dijo Errasti, en alusión al presupuesto de 5 millones de pesos asignado para la ejecución del programa a partir de la ley 25.422 de Recuperación de la Producción Ovina, que por cierto caduca en 2021 y cuya readecuación también fue tema de discusión en el seminario realizado en la Bolsa de Comercio. De allí que Hamelin apeló a la participación privada: «Si queremos lograr una llegada más importante a todo el país, necesitamos el compromiso del sector privado y también un apoyo económico, porque nos va a ser muy difícil hacer lo que se hizo este año financiando desde los recursos de la ley».
La directora planteó en ese sentido que es necesario «pensar que desde la cadena de la carne ovina estamos todos involucrados: el sector público desde la difusión y el privado, cuyo objetivo es incrementar las ventas participando con sus productos. Hay que lograr que todo el sector del comprometa. Sé que es difícil, que es un momento en el que ofrecer corderos para todos es complicado, pero redunda en beneficio de todo el sector», concluyó. (fuente Agroclave diario La Capital)