Un equipo de científicos europeos demostró que la encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como “la enfermedad de las vacas locas”, se originó a partir de priones del scrapie atípico, una enfermedad neurodegenerativa que aparece espontáneamente en ovejas y cabras.
Según la investigación, liderada por el centro ENVT-INRA de Toulouse (Francia), el Centre de Recerca en Sanitat Animal (IRTA-CReSA) de Cataluña y el Centro de Investigación en Sanidad Animal (INIA-CISA) esta infección se habría transmitido a las vacas al darles pienso elaborado con harina de carne y huesos de ovejas infectadas con priones, una práctica actualmente prohibida.
A finales de los 90, en Reino Unido, cerca de 200.000 vacas presentaron síntomas como temblores, cambios de comportamiento y pérdida del equilibrio, hasta llegar a la muerte.
En España, cerca de un millar, y algunas de las personas que ingirieron productos de “vaca loca” sufrieron la enfermedad de Creutzfeldt-Jackob, una patología neurodegenerativa sin cura. Esta enfermedad afectó a 226 personas a nivel mundial.
La hipótesis que se manejó entonces era que las primeras vacas se habían enfermado porque comieron pienso de harinas de carne y huesos de ovejas contaminadas con priones de scrapie clásico, una enfermedad que afecta el sistema nervioso de ovejas y cabras y, contagioso entre animales, aunque varios estudios habían descartado esta hipótesis inicial.
Ahora, este estudio revela que el agente infeccioso responsable de la encefalopatia espongiforme bovina o enfermedad de las ‘vacas locas’ proviene del scrapie atípico, otro tipo de afección priónica de ovejas y cabras.
Esta enfermedad se descubrió en 2003 y, a diferencia del scrapie clásico, aparece espontáneamente en casos aislados y no se contagia entre el rebaño.
El estudio, que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), demuestra por primera vez que cuando los priones de scrapie atípico se transmiten a otra especie cambian su estructura y su capacidad de infectar evoluciona.
“Este resultado nos da más pistas sobre cómo una enfermedad priónica de ovejas habría pasado a las vacas y después a personas, convirtiéndose en una enfermedad zoonótica”, señaló Enric Vidal, veterinario experto en enfermedades priónicas del IRTA-CReSA.
Los priones son proteínas que se encuentran de manera natural en el organismo de animales y personas, principalmente en el cerebro, y que cuando cambian su estructura, pueden convertirse en neurodegenerativos.
“Este cambio de estructura puede ser por causas genéticas, suceder espontáneamente o ingiriendo proteínas contaminadas. También hubo casos de inoculación accidental por manipular herramientas de trabajo, por ejemplo, en el laboratorio o en cirugías animales”, explicó Martí Pumarola, catedrático de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Barcelona.
Actualmente sigue habiendo casos de personas con la enfermedad de Creutzfeldt-Jackob, diferentes de la variante causada por las vacas locas, así como animales enfermos por priones, pero ya no son por comer alimento contaminado porque desde la crisis de las “vacas locas” se prohibió usar pienso fabricado con harinas de proteína de rumiantes.
Por ahora no hay tratamiento ni vacunas para las enfermedades priónicas humanas ni animales, pero los autores del estudio aseguran que este hallazgo mejorará la evaluación del riesgo de estas enfermedades.
“Ahora comprobamos que el scrapie atípico es capaz de dar lugar a encefalopatía espongiforme bovina en vacas, lo que hasta ahora desconocíamos. Mientras la prohibición de estos piensos con derivados de oveja siga activa no tendremos nuevos casos de ‘vaca loca’ por ingesta”, aseguró Vidal.
Los experimentos se hicieron con ratones transgénicos (ratones con genes de vaca) para ver cómo les afectan los priones del scrapie atípico, y los priones utilizados provenían de casos reales diagnosticados en ovejas de España, Francia, Portugal y Noruega.