En el plano local los productores se muestran reticentes a vender soja y esperan que mejoren los valores.
La soja local sigue dando señales de recuperación, con un mercado externo que está también ayudando pero muy de a poco. Recordemos que tras confirmarse una cosecha sudamericana récord, y estando Brasil terminando la trilla y Argentina promediando la misma, estos elementos ya deberían estar descontados en los precios. Especialmente porque los fondos están muy vendidos. Sin embargo al mercado le cuesta reaccionar.
En cuanto a los resultados de la cosecha de nuestro país, vienen confirmándose muy buenos rindes, especialmente en el oeste de Buenos Aires y La Pampa, Entre Ríos, y en Chaco, norte de Santa Fe y zona limítrofe de Santiago del Estero. El resto de las regiones tienen rindes muy buenos pero algo más bajos que los esperados. Pero por el lado negativo, también va creciendo el área no cosechable por anegamientos. El resultado final es que la cosecha terminará en el orden de las 56 millones de toneladas que es lo que está asumido.
Sin embargo que la trilla avance no necesariamente significa que la mercadería llegue a los puertos, ni tampoco que el productor decida ponerle precio. En primer lugar porque siguen habiendo problemas de caminos. Pero por otro lado porque los valores actuales no tientan a los productores, los mismos están bien financieramente, el valor a noviembre es mucho más tentador, y los bancos están ofreciendo financiamiento en dólares muy barato.
Si bien el ritmo de ventas de la semana con unas 800.000 toneladas fue mucho mejor que otras, estuvo en menos de la mitad de lo usual para esta época del año, y de hecho parece bajo para ser que en los últimos quince días se trilló más del 30% de la superficie argentina.
Es por esto que en la necesidad de tentar a los productores la soja disponible empezó a ver mejores valores, incluso superando los precios que se podían obtener en el MATBA por mercadería mayo, cuando usualmente ocurre a la inversa. Igualmente la tentación de venta es menor, el precio de todas formas no tracciona.
En lo que hace al maíz el mercado está muy raro, ya que en el plano internacional hay mucha mercadería, pero en el local estamos en un bache. Se trilló el maíz de primera, pero todavía falta para el de segunda, y los barcos están llegando. Por esto hay interés en el disponible, y luego el precio cae mucho para el julio. Pero vuelve a subir hacia noviembre.
El trigo sigue con pocos negocios, la mente de los productores está puesta hoy por hoy en la cosecha gruesa, y la logística también se orienta al mismo. Sin embargo los exportadores están logrando una buena originación, y sin calentar demasiado los precios. Esto podría atentar contra la tan esperada recuperación de precios del trigo local.
Por otro lado el miércoles 10 se difundirán los cuadros de oferta y demanda mundial del USDA con los primeros datos para el ciclo 17/18. Todos los ojos estarán puestos en los stocks finales de EEUU para el nuevo ciclo. Recordemos que hasta ahora sabemos que el área de soja subiría 2,4 millones de hectáreas y la de maíz bajaría 1,6 millones de hectáreas junto con otro tanto para la de trigo. Pero agregando proyecciones de rinde y demanda, los analistas esperan que los stocks finales de soja suban 3,2 millones de toneladas (-27%) a 15,1 millones de toneladas, los de maíz bajen 5,2 millones (-9%) a 53,9 millones de toneladas y los de trigo cedan 6,2 millones (-20%) a 25,4 millones de toneladas. Si todo esto se realiza podríamos ver bajas para soja y mejoras en maíz y trigo. La pregunta es cuanto de esto estará ya tomado en los niveles de precio.
Pero estas son sólo proyecciones, el clima tendrá la última palabra. Hasta acá vimos lluvias importantes, que de hecho demoraron algo la siembra, pero sin generar mayores problemas, pero todo se difundirá en julio.
* Del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Por Dante Romano* | Ambito Financiero