Diez pautas para el manejo de hemípteros plagas en el cultivo de soja

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El complejo de chinches en soja es una de las plagas problemáticas principales que aparece todos los años, en mayor o menor nivel poblacional, con alto impacto en la producción del cultivo caracterizándose por causar pérdidas económicas a bajos niveles poblacionales.

La consultora de cultivos Lares SRL detalla diez pautas a tener en cuenta para el manejo de esta plaga en soja, junto con algunos datos sobre su situación en la actual campaña en la región Norte de Bs. As.

  1. Hablamos de un complejo de chinches

Son varias las especies que pueden atacar el cultivo de soja generando pérdidas de importancia económica. Entre las principales especies se destacan: Piezodorus guildinii (chinche de la alfalfa), Nezara viridula (chinche verde), Edessa meditabunda (alquiche chico) y Dichelops furcatus (chinche marrón). Cada especie con un nivel de agresividad diferente.

 2. Predominancia de especies

La predominancia de especies en el cultivo es variable según campaña agrícola y región. De acuerdo a los datos de la consultora Lares SRL sobre 45000 has de soja (incluye tanto soja de primera como de segunda, registrados mediante su app de monitoreo Lares MTech), en la actual campaña en la zona la especie Dichelops furcatus es la de mayor dominio seguida de Nezara viridula en soja de primera y Piezodorus guildini en soja de segunda.

3. Características climáticas que favorecen la infección

Entre las principales condiciones que influirán están, la temperatura y las precipitaciones. Las chinches tienen diapausa invernal, permaneciendo como adultos desde el otoño hasta la primavera siguiente. Este periodo es muy influyente sobre la expresión de poblaciones de la próxima temporada. Los inviernos más cálidos aumentarán la probabilidad de supervivencia de los adultos. Por otro lado, las lluvias relacionadas con alta humedad en el ambiente, pueden contribuir en la expresión de la mayor o menor abundancia de chinches en la primavera. En términos generales, primaveras húmedas favorecen el desarrollo de Nezara viridula mientras que condiciones de sequía aumenta la probabilidad de ocurrencia de Piezodorus guildinii.

4. Alimentación y daños

El aparato bucal de las chinches está adaptado para una acción picadora-suctora. Tanto las ninfas como los adultos obtienen su alimento mediante el picado del tejido vegetal y posterior succión de los contenidos celulares. Pueden alimentarse de diferentes partes de la planta (tallos, follaje, flores, vainas y semillas), pero una vez iniciada la etapa reproductiva del cultivo muestran una marcada predilección por vainas y semillas.

El daño que provocan las chinches varía según sus estados de desarrollo. Diferentes estudios han demostrado que de los cinco estados ninfales que tiene este tipo de insecto, los tres primeros no generan daño mientras que los estados ninfales cuarto y quinto generan daño similar al de los adultos.

5. Colonización de lotes

La distribución espacio-temporal y fluctuación poblacional de las chinches varía anualmente influenciadas por las sucesiones de cultivos y medidas de manejo. En términos generales, esta plaga tiene dos orígenes, el primero como adultos invernantes que transcurrieron la estación fría en el rastrojo o malezas, y en segundo lugar por inmigración desde sitios externos (ej.: otros lotes, árboles) y posterior colonización. Su dinámica poblacional está sincronizada con el crecimiento reproductivo del cultivo. El movimiento de un sitio a otro es fundamentalmente por vuelo de adultos. Los cultivos del entorno influyen en la migración y en la abundancia de las especies. Distintos trabajos hacen referencia sobre el inicio de la colonización de lotes a partir de las borduras. A su vez, en general estos insectos colonizan el cultivo en forma de manchones y luego comienzan a dispersarse. A partir del estado fenológico de R5 (inicio de llenado de granos), la población aumenta marcadamente hasta la madurez.

6. Comportamiento de chinches

Ciertos aspectos del comportamiento de las chinches tienen directa relación con el control. Las horas de mayor o menor actividad, las preferencias de ubicación en la planta y los hábitos de alimentación están entre los más importantes.

Los adultos son los que más se mueven en las plantas de soja, permaneciendo en las hojas superiores de la canopia durante los periodos frescos del día. En tanto las ninfas, que están localizadas en el tercio medio de las plantas, tienen un comportamiento más gregario y se mueven poco. Distintos estudios han mostrado que las especies de este tipo de insectos prefieren el tercio medio de la planta, ya sea para refugio o alimentación, pero hay horarios donde se exponen a los rayos solares (generalmente durante las primeras horas del día y al final de la tarde en menor proporción). Así, los individuos no son observados en el tercio superior durante las horas de mayor temperatura.

7. Monitoreo

El relevamiento sistemático de chinches a nivel de lote es quizás, una de las tareas más difícil de ejecutar en cuanto a la responsabilidad que conlleva la toma de decisiones para justificar un control. El registro de datos a partir del monitoreo, puede tener diferencias importantes dependiendo de varios factores. Cuando varía en un mismo lote la hora de muestreo, el método de muestreo, el sitio, el número de muestras y el monitoreador, los resultados pueden ser muy diferentes.

El monitoreo de esta adversidad debe evitar hacerse en horas de mayor temperatura, momento de menor caída y mayor refugio. Por otro lado, es conveniente en ocasiones estratificar el muestreo en las borduras. Al utilizar el paño, luego de sacudir las plantas se debe mirar rápidamente, ya que los individuos tienden a volar rápidamente. Una vez contabilizadas los que estaban en el paño, observar el suelo, dado que allí puede haber chinches que no cayeron en el paño y deben ser incluidas en los registros. A su vez, es importante el registro de chinches que se observan en la recorrida entre cada estación de muestreo.

8. Toma de decisión

En Argentina, los niveles de daño económico (NDE) fueron originalmente estimados mediante estudios realizados en jaulas con infestaciones artificiales de poblaciones crecientes de chinches, en cultivares de soja de ciclo largo y crecimiento determinado (Repin de Molina, 1977; Vicentini y Jiménez, 1977; Bimboni, 1978). Posteriormente, fueron ajustados para otras fases del período reproductivo, con infestaciones artificiales de Nezara viridula y Piezodorus guildinii utilizando también cultivares de crecimiento determinado (Iannone, 1992). Posteriormente, se realizaron experiencias para convalidar estos últimos NDE, en lotes de producción (Gamundi et al., 1996; Gamundi et al., 2003).

Actualmente, se requiere una nueva actualización en los NDE adaptados a los actuales sistemas productivos con diferentes medidas de manejo a como fueron calculados (incorporación de cultivos de cobertura, menores distanciamientos de siembra, grupos de maduración más cortos, etc.).

9. Control químico  

El control químico es el método de control que predomina actualmente. Se debe tener en cuenta que la muerte de chinches cuando se aplica un insecticida puede ser provocada de dos maneras, por efecto de contacto o por ingestión. También podría considerarse el efecto gaseoso conocido como “tensión de vapor” aunque su actividad es menor. El contacto del insecticida ocurre cuando una gota cae sobre el tegumento de una chinche o cuando camina sobre la materia activa de un insecticida depositada en la planta. Los piretroides son los representantes principales de este grupo. Considerar que para que la gota alcance este insecto, debe llegar al sitio donde se encuentra reposando o comiendo (tercio medio de la canopia).

En la actualidad son muy utilizadas las mezclas de neonicotinoides con piretroides. En estas mezclas, el piretroide actúa por contacto mientras que el neonicotinoide actuará sobre el remanente de chinches que escaparon a la acción de contacto. El efecto residual es principalmente sobre ninfas, que son más difíciles de alcanzar por contacto debido a su reducido tamaño y por ser más hábiles que los adultos para refugiarse. Los neonicoinoides les dan entonces persistencia a las mezclas. Existen hoy en el mercado insecticidas clase toxicológica IV (banda verde) que son de menor impacto y posibles de utilizar en zonas con restricciones por ordenanzas.

10. Control biológico

Los controles biológicos naturales ocurren espontáneamente sobre las chinches y son altamente influenciados por tratamientos con insecticidas no selectivos.

Estas plagas en soja son parasitadas por distintos organismos, fundamentalmente pertenecientes a los órdenes Himenóptera y Díptera, predatores como arácnidos e insectos de los órdenes Coleóptera, Heteróptera y Neuóptera. Es decir, si bien hay numerosas citas de parasitoides y predatores de chinches en el cultivo de soja, los más recurrentes son:

  1. Parasitoides de huevos
  2. Parasitoides de ninfas y adultos
  3. Predatores

Situación actual campaña

La actual campaña que está finalizando está caracterizada por niveles inferiores a la media general para la zona en cuanto a infestación de chinches en soja. De acuerdo a los datos de monitoreo de la consultora Lares SRL, a la fecha, el 30% de los lotes ha tenido indicación de tratamiento con insecticida específicamente por chinches en soja mientras que en campañas donde esta plaga ha sido protagonista, más del 70% de los lotes ya estaban aplicados para la misma fecha.

Una hipótesis sobre lo observado esta campaña, está en el hecho que se vienen realizando distintas aplicaciones con insecticidas en los lotes por otras plagas como arañuela y bolillera. En general los productos utilizados incluyen ingredientes activos de amplio espectro (piretroides, fosforados en algunos casos) que han tenido efecto sobre las poblaciones iniciales de chinches. (fuente HORIZONTE A, Ing. Agr. (MSci.) Martín A. Principiano, Responsable técnico de Lares SRL)