La respuesta está en los fertilizantes. Se saca mucho y se repone poco.
En los últimos años, los suelos de la región pampeana sufrieron la caída de los niveles de materia orgánica y de nutrientes como fósforo, nitrógeno y potasiodebido, en gran medida, a la realización de un único cultivo, baja fertilización y alto porcentaje de lotes arrendados. De hecho, si no se reponen, la intensificación productiva puede atentar contra la calidad del recurso y la rentabilidad de los cultivos. Como plan a largo plazo para minimizar el impacto, especialistas del INTA Balcarce -Buenos Aires- proponen la rotación de cultivos y las Buenas Prácticas de Fertilización.
Hernán Echeverría, especialista en nutrición y manejo de suelos de esa unidad del INTA, puso el foco en la importancia de pensar en el próximo cultivo. «Hay que fertilizar de manera racional teniendo en cuenta no sólo la rentabilidad en el corto plazo, sino la sustentabilidad del sistema productivo en su conjunto», señaló y agregó: «la planificación para la rotación de cultivos, en un esquema que incluya pasturas y aplicación de buenas prácticas de manejo de la fertilización, es una herramienta clave».
Si bien el uso de fertilizantes sintéticos constituye la manera más práctica a la hora de aportar nutrientes, no es la única. «Una fuente alternativa y escasamente utilizada es el reciclaje», indicó Echeverría y expresó: «La fertilización de un lote influye sobre el próximo cultivo, en particular cuando se emplean nutrientes poco móviles como es el fósforo. Y aquí radica la importancia de pensar más allá del año en curso».
La consecuencia de años de cultivos extensivos, sin reposición de nutrientes, fue el deterioro de las características físicas, químicas y biológicas de los suelos.En este sentido, Echeverría señaló que «las Buenas Prácticas de Manejo (BPM) de la fertilización deben ser la mejor estrategia por la que opte el productor».
Las BPM de la fertilización son un conjunto de tareas, basadas en el uso eficiente de los insumos, proponen la rotación de cultivos de gramíneas y leguminosas con pasturas, la reposición de nutrientes y el cuidado del ambiente.
Los fertilizantes sintéticos, son responsables de alrededor del 50 % del rendimiento de los cultivos. «La otra mitad depende, en muchos casos, de las propiedades del suelo, las características ambientales y de manejo», señaló Echeverría quien aseguró: «Por esto es necesario optimizar la productividad de los sistemas».