Señal de alarma en dos frigoríficos de la provincia, que advierten que va a producirse una crisis irreversible por la caída abrupta de la faena y por los altos costos de operación.
En los papeles Río Negro tiene un único estatus sanitario ganadero como zona libre de aftosa sin vacunación, pero la demora en ponerse en práctica y correr efectivamente la barrera al río Colorado generó una señal de alarma en dos frigoríficos de la provincia, que advierten que va a producirse una crisis irreversible por la caída abrupta de la faena y por los altos costos de operación.
Pasó un año desde la declaración de la Organización Internacional de Sanidad Animal que consideró a la Patagonia Norte A (entre los ríos Negro y Colorado) como zona libre de aftosa sin vacunación, el mismo estatus que desde 2005 tenía la zona ubicada entre el Paralelo 42° (El Bolsón) y la margen sur del río Negro.
Sin embargo, la cadena productiva ganadera de la región sigue a la espera de definiciones ahogada en una crisis profunda, especialmente en Bariloche y la zona de Ingeniero Jacobacci.
La división del estatus sanitario ganadero actual impide a los frigoríficos del sur del río Negro la compra de animales para faena que se encuentren al norte de la barrera, donde casualmente están los campos más poblados. Tampoco puede ingresar carne con hueso para comercializar.
Al sur del río, la hacienda se hizo cada vez más escasa tras los efectos de las cenizas volcánicas de 2011 y la sequía prolongada que se extendió por 7 años, por lo que los costos son más elevados y la hacienda se consigue a 31 pesos por kilo de carne para faena, cuando por encima de la barrera sanitaria el valor es de 18 a 20 pesos.
«Necesitamos la unificación comercial de inmediato, tenemos mucha presión de la industria frigorífica que quedó debajo del río Negro y no puede seguir operando el volumen de materia prima que necesita para sostener el equilibrio económico», admitió ante LA NACION el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro, Marcelo Martín.
El funcionario recordó que el 12 de marzo pasado mantuvo en Buenos Aires una reunión con autoridades del Senasa (el servicio nacional de sanidad animal) y el Ministerio de Agricultura nacional, junto a la industria frigorífica y las sociedades rurales. El objetivo era avanzar en la unificación del estatus sanitario en toda la región.
Desde entonces no hubo más conversaciones ni respuestas a los pedidos de reunión de la industria con autoridades nacionales para llegar a soluciones efectivas para este tema.
Martín dijo que «no se entiende por qué no se avanza, si es una cuestión política no lo sabemos», y remarcó que las condiciones técnicas y sanitarias para el corrimiento de la barrera están dadas por la Organización Internacional de Epizootias (OIE), el organismo que se ocupa de la sanidad animal a nivel mundial.
Río Negro espera que se concrete el corrimiento de la barrera para que en la provincia exista un tráfico libre de hacienda y comercialización de carne con hueso, hoy vedado del río Negro hacia el sur.
La situación más compleja está centrada en los dos frigoríficos ubicados en la Patagonia Norte B. Se trata de Carnes Rionegrinas, un frigorífico de Ingeniero Jacobacci (a 200 kilómetros de esta ciudad) y Arroyo de Bariloche; ambos recibieron un subsidio por 3 millones de pesos dos años atrás y planes Repro (subsidios que otorga el Ministerio de Trabajo nacional) para el pago de sueldos.
El primero, hasta 2011 había cubierto la caída de la faena de carne vacuna con carne ovina, pero las cenizas volcánicas afectaron la población de este ganado, que cayó de 2,6 millones de cabezas a 800.000 y volvió a caer la faena.
En el caso del frigorífico de Bariloche, su propietario, Daniel Arroyo, admitió esta semana que analiza el cierre definitivo porque «no hay forma de competir y sostenerse».
En el único frigorífico de la ciudad, donde están en riesgo 85 puestos de trabajo, la faena pasó de 3000 a 500 cabezas mensuales, y estiman que deberían procesar unas 1200 cabezas para que cierre el equilibrio financiero.
El Sindicato de la Carne en Bariloche admitió la severa crisis del frigorífico Arroyo, que ya comunicó que analiza el cese de la actividad.
El ministro de Agricultura provincial dijo que en la actualidad todos los sectores de la cadena productiva rionegrina acuerdan con la unificación del estatus sanitario y se espera el corrimiento de la barrera para el repoblamiento de los campos.
LOS NÚMEROS DE LA CRISIS
$ 31. Precio por kilo para faena
Es el costo que pagan los frigoríficos ubicados al sur de la barrera sanitaria
$ 18/20. Más barato
Es el costo que pagan los establecimientos al norte de la barrera
500. Cabezas
Es lo que faena por mes el frigorífico Arroyo, de Bariloche; antes procesaba 3000 cabezas