Nuevo modelo unificado de cálculo de costos implementado por Ocla.
El 2018 arrancó mal para la lechería: por segundo mes consecutivo el tambo promedio argentino pierde dinero
En los últimos dos meses el tambo promedio argentino dejó ser rentable debido al planchazo del precio de la leche combinado con un incremento sustancial de los costos de producción.
La rentabilidad promedio ponderada de todas las regiones tamberas –según cálculos del Instituto de Economía del INTA publicados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla)– fue en febrero y marzo pasado de -0,1% y 0,2% versus 2,4% y 2,5% en los mismos meses de 2017.
Datos del INTA Rafaela muestran que en el último año (marzo/marzo) el valor promedio nominal de la leche recibido por el productor se ajustó en un 15.8%, mientras que el maíz y el balanceado subieron un 48.8%, el expeller de soja un 38.3% y la pastura de alfalfa (sin fertilizar) un 29.5%, entre otros costos.
El costo promedio de un tambo “mediano” en la cuenca lechera del oeste de Buenos Aires fue en marzo pasado de 5.65 $/litro versus un precio máximo para ese segmento de 5.87 $/litro, mientras que el de uno pequeño se ubicó en 5.92 $/litro contra un valor máximo de 5.80 $/litro.
Por su parte, el costo promedio de un tambo grande en el oeste bonaerense fue el mes pasado de 5.16 $/litro versus un precio máximo de 5.97 $/litro, según datos de costos publicados por Ocla y de precios difundidos por la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste (Caprolecoba).
Hasta el mes pasado Ocla publicaba tres costos de producción: “corto plazo” (conformado por gastos directos + gastos de estructura + amortizaciones directas – recuperos), “mediano” (que agregaba las amortizaciones indirectas) y “largo” (que consideraba además el costo de oportunidad al capital invertido). Pero a partir del presente mes sólo se publicará un solo costo promedio.
“Para evitar confusiones y ante el pedido de mucha gente de contar con una sola medida de costos, se decidió unificar un costo que no incluya oportunidad al capital y que la variable que analice la retribución al mismo sea la rentabilidad”, explicó Jorge Giraudo, director Ejecutivo de Ocla.
“Es por eso que el costo que figura a partir de marzo (de 2018) es el de gastos directos + gastos de estructura + amortizaciones directas e indirectas + retribución empresarial (gerenciamiento) – Recuperos por venta o cesión de vacas de rechazo y terneros machos”, añadió.
“Por lo tanto, ahora el costo es puro y cubrirlo implica, valga la redundancia, cubrir todos los gastos erogables y devengados; lo que supera ese valor es considerado ingreso al capital, variable a partir de la cual se calcula la tasa de rentabilidad, que es negativa en los últimos dos meses, lo cual indica que los tambos en promedio están perdiendo dinero”, explicó Giraudo.