La evolución del clima enciende algunas alarmas dentro del panorama de ciertas zonas productivas argentinas en las que las precipitaciones están escaseando.
En referencia a la corriente del Niño, los comportamientos no son tan lineales y no siempre las lluvias siguen estrictamente el patrón “si hay Niño llueve más y si hay Niña llueve menos”.
Analizando la pluviometría de los últimos 30 años, en el 90% de los años Niños llueve más, pero solo en el 60% de los años Niña llueve menos, explicó Alfredo Elorriaga, consultor de la Guía Estratégica para el Agro, de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Al presente, el estado del Pacífico es neutral, agregó el experto.
“Los modelos nos muestran una tendencia hacia la instalación de una Niña de baja intensidad que estaría presente hacia septiembre próximo. Esa Niña seguiría instalada hasta febrero y marzo de 2021, a partir de donde comenzaría a amortiguarse el enfriamiento del Pacífico”, señaló Elorriaga.
La lectura que hay que hacer, según el experto, es la siguiente: “La Niña se asocia o puede impactar en forma negativa para los cultivos de la gruesa en Argentina, no para la fina”, afirmó.
Pero, las anomalías o lo que se denomina tiempo extremo (fenómenos regionales) determinará la real oferta de agua durante la gruesa. Esto indica que ciertos forzantes determinarán las lluvias en cada una de las regiones de Argentina”.