El Banco Central de la República Argentina y el mercado de futuros agrícolas Matba-Rofex trabajan para potenciar un instrumento financiero que apunta a reducir el acopio de granos por parte de los productores agropecuarios y, por ende, a agilizar la liquidación de divisas de los exportadores.
Fuentes al tanto de las conversaciones indicaron a BAENegocios que el Directorio del BCRA se prepara para oficializar este jueves una norma que dé cobertura cambiaria a los contratos garantizados de venta con precios a fijar.
Se trata del PAF Garantizado, una herramienta que ofrece Matba-Rofex desde diciembre. Básicamente, consiste en respaldar una operación muy extendida en las cadenas del agro: la compraventa de granos con precios a fijar entre productores y exportadores o agroindustriales, que representa alrededor del 40% de la comercialización de cada campaña.
Con este instrumento, por el que los compradores integran el 110% del valor del grano recibido como garantía, los productores esquivan el riesgo de dificultades para el cobro, como les ocurrió a muchos a raíz de la presunta estafa de Vicentin.
A comienzos del año pasado, las autoridades del BCRA le habían pedido al Rofex el desarrollo de un valor negociable que ayude a agilizar la venta de granos y la retención de las cosechas que suelen realizar los productores para preservar el valor de sus activos, especular con ventas a mayor precio o presionar por una devaluación.
Por caso, según estimaciones que manejan los funcionarios, de la cosecha pasada de soja aún quedan en los silobolsas unas 15 millones de toneladas, que a precios de hoy equivalen a unos 7.500 millones de dólares.
En julio el instrumento ya estaba en desarrollo tras las primeras reuniones entre la cadena de granos y Matba-Rofex. En noviembre lo aprobó la Comisión Nacional de Valores y en diciembre ya estaba operativo.
En los dos meses que lleva activo, se pactaron 70.000 toneladas con PAF Garantizados. La mayor parte fue en trigo por una cuestión estacional, aunque el objetivo es que se utilice para todos los granos. Ahora la intención oficial es ayudar a potenciar su uso.
¿Cómo funciona?
“La fijación del precio en el PAF Garantizado se hace mediante la operatoria de contratos a futuro. La posición de futuro a la que está referenciada el contrato define el tope temporal máximo para pautar el precio. Por ejemplo, hoy hay PAF para el trigo a marzo, julio y septiembre. La fijación la hacen ambas partes de forma independiente. El vendedor del grano cuando quiere fijar un precio vende futuros y el comprador del cultivo cuando quiere hacerlo compra futuros”, explicó Marcelo Comisso, gerente de Investigación y Desarrollo de Productos de Matba Rofex.
Fuentes al tanto de los planes oficiales le confiaron a BAENegocios que la norma que discutirá este jueves el directorio del BCRA busca dar cobertura cambiaria a Rofex para que la entidad bursátil pueda hacer crecer la operatoria de esta herramienta.
Es que Rofex tiene que constituir garantías por los contratos a futuro que se celebran y las dificultades para construir esas garantías limita la capacidad de generar contratos a futuro. Con la nueva regulación, podrán constituirlas en pesos linked contra una letra del BCRA.
Como los productores pactan en dólares pero reciben siempre pesos que se liquidan en el mercado oficial, quien vende a futuro se garantiza el precio y cobrar al tipo de cambio de la fecha de fijación de la cotización. Así, la medida apunta a desarrollar el mercado de futuro y a la vez dar garantías, previsibilidad y cobertura a los productores, confiaron las fuentes.
Expectativas
En el Gabinete económico hay buenas expectativas respecto de este instrumento. Consideran que hoy la principal demora en el ingreso de divisas está dada por el acopio de granos por parte de los chacareros. Si la herramienta ayuda a que el tránsito del producto desde el silobolsa hasta las grandes agroexportadoras sea más rápido, se agilizará la llegada de agrodólares.
Incluso se entusiasman con la posibilidad de que los sojeros se desprendan de parte de la producción retenida y que esto traiga un alivio en febrero, un mes siempre complicado en materia cambiaria por la menor demanda estacional de dinero y por el bache que tradicionalmente se genera en la liquidación del sector primario hasta que entre la cosecha gruesa, a fines de marzo o comienzos de abril.
El actual boom de precios de los commodities, que hizo subir la soja casi un 40% en medio año, podría ser un aliciente importante para que los productores busquen garantizarse un valor elevado ante el riesgo de que los actuales niveles no se sostengan en el tiempo.
Comisso contó que en estos momentos tienen reuniones con distintos sectores de las cadenas agroindustriales para ampliar el desarrollo del PAF Garantizado en el maíz y en la soja. “Creemos que el potencial de uso puede ser muy alto”, remarcó.
Uno de los grandes objetivos económicos del Gobierno para este año pasa por mantener el dólar a raya y que la evolución del tipo de cambio acompañe el ritmo de la inflación. Otro es iniciar un sendero de acumulación reservas, que en términos netos –es decir, las divisas de libre disponibilidad- se encuentran en un nivel muy bajo.
Con un supercepo que no se relajará en el corto plazo, la clave para cumplir ambas metas es conseguir un importante superávit comercial. Proyecciones privadas anticipan un saldo a favor de entre 13.000 y 15.000 millones de dólares para este año.
Pero para lograrlo serán fundamentales dos factores. Por un lado, que se concrete un mayor ingreso de divisas impulsado por la suba de los commodities. Esto dejaría unos 10.000 millones de dólares adicionales de exportaciones, según cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario. En el Gobierno son algo más cautelosos y esperan un extra de 3.000 millones.
Por otro lado, del ritmo de crecimiento de las importaciones que genere el rebote de la economía que en Argentina siempre es elevado: por cada punto de crecimiento de la actividad, las compras al exterior se expanden 3%.