El INTA presentó su cartera de proyectos para los próximos tres años en el marco de La Nación Ganadera, muestra organizada por el diario La Nación con Expo Balcarce.
Tras identificar 267 problemas y oportunidades ligadas con la actividad, el organismo priorizó 10 ejes temáticos y una cartera que totaliza 97 proyectos.
El plan, lanzado en la muestra por el presidente del organismo Juan Balbín con la presencia del ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, cuenta con los proyectos aprobados con la participación de 3705 profesionales del INTA, 2588 externos y el vínculo con 907 actores extra INTA.
De los externos, la mayoría es de universidades públicas, el Conicet, otros organismos gubernamentales y escuelas.
Etchevehere remarcó que la cartera de proyectos del INTA es para «ser supermercado del mundo, garantizar la inocuidad y la calidad». Agregó: «Se necesita un ejército de técnicos que hagan su trabajo y lo hagan bien».
Entre los ejes se encuentra el de intensificación sostenible y algunos de sus proyectos pasan por eficiencia de cría y recría vacuna en distintas macro regiones del país; pasturas, forrajes conservados y forrajeras megatérmicas; producción de leche; estrategias de nutrición para intensificar la producción de carne y leche; sistemas silvopastoriles integrados y Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI).
«Con la proyección de 10.000 millones de personas a las que habrá que abastecer en 2050, a partir de los mismos recursos de tierra y agua, la sostenibilidad de los sistemas agropecuarios preocupa a los gobiernos. Los mercados externos están demandando cada vez más información acerca de cómo se produce, dando cuenta de esta preocupación», indica un resumen que elaboró el organismo y se difundió en la presentación a la prensa en La Nación Ganadera.
En la ganadería hay una necesidad de mejorar los índices de procreo que están en 62-63% cuando otros competidores superan ese nivel.
Entre los ejes también aparece el vinculado con el cambio climático. Aquí algunos de los proyectos tienen que ver con las emisiones, diagnósticos de la variabilidad climática y la vulnerabilidad de las producciones, estrategias que aumentan el secuestro de carbono para mitigar el cambio climático y la prevención y evaluación de la emergencia y desastre agropecuario.
«Aumentar la proteína en la alimentación de las vacas, reduce el metano liberado y mejora el índice de preñez y destete. El pastoreo, al mismo tiempo, repone carbono al suelo», apunta la síntesis que elaboró el INTA.
También otro de los ejes es el referido al agregado de valor. Inocuidad de alimentos, procesos y tecnologías sostenibles para agregar valor en las regiones, aprovechamiento de residuos agroalimentarios y agropecuarios, alimentos nutracéuticos, funcionales y calidad de alimentos, entre otros, forman parte de los proyectos de este eje.