La Bolsa de Cereales de Córdoba presentó los resultados económicos que se esperan para el productor agrícola de maíz en dicha provincia para la campaña 2020/21, en base a una primera estimación de rendimientos del cereal. Según señala el informe, la tasa de rentabilidad promedio de Córdoba en la campaña 2020/21 se estima en 37% para el maíz temprano y 29% para la siembra tardía, 37 y 21 puntos básicos por encima de la campaña previa. Si bien se espera un menor rendimiento del cereal para ambos planteos (-5 qq/ha y -9 qq/ha) los precios a cosecha serían superiores al año previo.
Esto podría concluir en un resultado económico de USD 281/ha y USD 219/ha, respectivamente. «De haberse mantenido los precios del cereal que se vieron la campaña previa, la rentabilidad de ambos planteos sería negativa en el orden de -26% y -24% respectivamente», agregan desde la Bolsa.
A fines de 2020 se esperaba un rendimiento promedio de 60 qq/ha para la provincia de Córdoba, debido al pronóstico de La Niña, que prometía precipitaciones por debajo de lo normal. Aun así, el clima mejoró durante los primeros meses de 2021 y hoy se espera un rendimiento promedio de maíz temprano de 76,8 qq/ha, y 77,3 qq/ha para el maíz tardío.
La tasa de rentabilidad de la actividad, que compara el desempeño del rubro ante otras actividades, se estima en 37,1% para el maíz temprano en Córdoba, lo que implicaría un incremento de 37 puntos básicos respecto a la campaña anterior. Si bien el rendimiento del cereal sería un 6% menor este año, su precio se negocia en el mercado de futuros a un valor que es USD 82/tn mayor al de abril de 2020, es decir, un incremento del 64%.
Por su parte, los costos directos incrementarían en un 4%, debido principalmente a la suba de insumos como el glifosato y la atrazina. Mientras que los gastos comerciales bajarían en un 8% como consecuencia tanto del menor volumen transportado como el menor costo del flete por tonelada, que pasó de USD 27,4/tn en la campaña previa a USD 26,5/tn actualmente.
Finalmente, parte del mayor valor del cereal sería absorbido por el aumento en el costo del arrendamiento y los impuestos. Los costos indirectos incrementarían en un 55%, mientras que los impuestos llegarían a los USD 158/ha. Estos cambios concluirían en un resultado económico de USD 281,3/ha, que se traducen a una tasa de rentabilidad del 37,1%.
Con respecto al planteo tardío, que concentra la mayor producción de maíz de la provincia, los resultados también se muestran optimistas. El rendimiento del cereal tardío en la campaña 2020/21 se espera en 77,3 quintales por hectárea, 8,9 quintales menos que el ciclo previo. Por otro lado, el precio del maíz con posición a julio se encuentra negociado en un promedio de USD 198/tn, es decir, un 52% mayor al valor de la campaña previa. Esto llevaría a compensar la menor producción y el ingreso total incrementaría en un 36%.
Al igual que para el maíz temprano, los costos directos se verían en aumento, debido al mayor costo de cosecha y el incremento en el precio de insumos como el glifosato y la atrazina. Por otro lado, los gastos comerciales se reducirían en un 9%, debido tanto el menor volumen transportado como por el menor valor del flete. Esto resultaría en un margen bruto de USD 806/ha.
Finalmente, de la misma forma que para el planteo del maíz temprano, se vería un incremento en los costos indirectos, fruto del mayor valor del arrendamiento, y una suba en los impuestos respecto a la campaña previa. El resultado económico se ubicaría en los USD 219/ha y la tasa de rentabilidad sería del 28,7%, 21 puntos básicos por encima de la tasa del año anterior. (fuente AgroClave, diario La Capital)