viernes, noviembre 22, 2024
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El maíz tardío empeora semana a semana por la chicharrita

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La chicharrita sacudió a la producción de maíz. Con la llegada de la cosecha comenzó a observarse la caída de los rindes como consecuencia del impacto del spiroplasma en el cultivo y las estimaciones cambian, y bajan, semana a semana. La última, la Bolsa de Comercio de Rosario redujo la estimación de cosecha de 57 a 50,6 millones de toneladas, pero unos días atrás la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó la cosecha de maíz a 52 millones de toneladas, 4,5 millones de toneladas menos de lo que se había estimado en febrero.

La responsable de este cambio es la chicharrita, que actúa como vector de una bacteria asociada al cereal, el spiroplasma. La expansión de la chicharrita más allá de su zona habitual en el norte del país está haciendo estragos en la producción.

Hace un mes, la campaña maicera tenía potencial de mejora respecto de la campaña precedente. Con la cosecha del maíz temprano mostrando mejores resultados, parecía poder superar con creces el anterior record productivo de 52 millones de toneladas (2020/21). En marzo de este año se esperaban 57 millones de toneladas.

Pero ahora se estima una cosecha de 50,5 millones, a partir de un rinde promedio nacional de 70,4 qq/ha (6,5 qq/ha menos) y 225.000 ha que se restan del área destinada a la cosecha del grano debido al efecto de la enfermedad. Con este número, la cosecha 2023/24 estaría en el quinto lugar entre las mejores producciones de maíz de Argentina, superando en 14,5 Mt por encima del malogrado ciclo anterior.

Cristian Russo, de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), relató la curva de decepción del maíz. “De un potencial rebote ante la recuperación hídrica en los maíces tardíos y mejores rindes del temprano a una fuerte caída productiva por respecto de la anterior estimación”, indicó y agregó: “De marzo a abril, la estimación de producción pasó de 57 a 50,5 millones de toneladas”.

La caída mensual de 6,5 millones de toneladas en la estimación de producción maicera obedece al spiroplasma. Es la primera vez desde que se efectúan estimaciones que se observa un daño tan importante por un factor no climático.

No es factible evaluar hasta cuánto puede terminar restándole al ciclo maicero 2023/24. Es que el fenómeno “sigue expandiéndose y evolucionando, exhibiendo fuertes síntomas en áreas lejanas de las zonas endémicas tal el caso del centro del país”.

“Esta enfermedad puso a la producción de maíz en jaque, ya que Argentina pasó a sembrar en forma tardía el 65% del área total cultivada debido a los problemas de falta de agua”, dijo.

Daño inédito

El daño por spiroplasma es inédito en Argentina Hace un mes atrás se alertaba de la enfermedad, pero el alto nivel poblacional del vector, la chicharrita, es inédito incluso en las provincias en donde esta plaga lleva años instalada. “El nivel de evolución que se observa semana a semana en los cultivos desconcierta”, explicó Russo.

Chaco es probablemente la provincia más afectada: hasta hace un mes allí se esperaban buenos resultados. Más allá de los reiterados controles (hasta cinco aplicaciones) y la puesta en práctica de todos los protocolos habituales que se realizan para minimizar el impacto de la plaga, que suele estar en el orden del 5% de daño como mucho, en este año el daño se disparó. Hay localidades puntuales, como Gancedo, dónde se está dando por perdida entre el 50 al 70% del área sembrada.

De lo que se está cosechando en forma adelantada, porque las cañas se quiebran y las mazorcas caen, los rindes oscilan entre 25 y 35 qq/ha, siendo en muchos casos lotes de alta tecnología. Es un escenario provincial sumamente crítico, donde se están estimando algo más de 100.000 ha perdidas y un rinde de promedio 33 qq/ha.

La situación es un poco mejor en Santiago del Estero, pero también es grave. Otras dos provincias afectadas del norte argentino son Salta y Tucumán. También hay daños de importancia en el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, áreas que un mes atrás se consideraban con posibilidades de muy buenos rindes.

“En la presente estimación se está tomando en cuenta un nivel de daño en esas áreas que descuenta 10 qq/ha al área conjunta del temprano con el tardío”, dijeron desde la Bolsa. Sin embargo, ingenieros y productores citados pro ese servicio de estimaciones, señalan que, “aun dependiendo de la fecha de siembra, del híbrido y del número de aplicaciones, en general más del 70% de los cuadros están afectados y muestran graves síntomas”.

La situación empeora semana a semana y los niveles de daños oscilan fuertemente entre 50 y 70%. Córdoba, por ejemplo, suele cosechar entre 19 y 23 millones de tonelada de maíz y el 70% se produce en forma tardía.

En Santa Fe, la reducción se estima en más de medio millón de toneladas pero los buenos resultados de la cosecha del temprano en el sur Santa Fe están conteniendo contienen el daño productivo en 460.000 toneladas.

El jueves, por iniciativa del Ministerio de Desarrollo Productivo, se reunió la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria.

El secretario de Agricultura y Ganadería, Ignacio Mántaras, se refirió a las herramientas que el Estado provincial puede aportar a los productores para hacer frente a la plaga: “Capacitación para entender cómo se desenvuelve la plaga, y una red de monitoreo y red de alertas”. También dijo que trabajarán con semilleros, porque “hay además una cuestión genética”. Con el Senasa se analizarán las aplicaciones que se están haciendo porque “necesitan una homologación o una oficialización”.

Mántaras manifestó que, desde el Ministerio, se ve con “mucha preocupación” lo que pueda suceder en la próxima campaña, porque “los productores, ante este escenario, pueden volcarse hacia otros cultivos”.

La comercialización

La duda es si el spiroplasma no frenará la comercialización de maíz. Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, señaló: “Normalmente, a esta altura del año -donde vienen todos los vencimientos de compromisos financieros del productor-, si los precios no conforman, se vende maíz y se guarda soja. El problema es que con un tardío afectado por spiroplasma, la pregunta es si no conviene esperar a ver qué pasa más adelante”.

En cuanto a la comercialización, la semana pasada fue muy activa en ventas a precio, con más de 700.000 toneladas de maíz fijadas. El total negociado a precio está en 12%, aunque sigue atrasado versus el 26% que normalmente se ve a esta altura del año.

Santa Fe al Norte

Por su parte, el informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indicó que pasó la séptima semana con precipitaciones de variadas intensidades y regular distribución geográfica.

A diferencia de los otros períodos, esta lluvia fue más uniforme y con mejor porcentaje de cobertura. Desde la entidad resaltaron que los montos pluviométricos con mayor impacto se produjeron en el norte santafesino, dicho panorama hizo que se mantuvieran y recargaran de humedad los perfiles de los suelos.

“La condición climática nuevamente intervino negativamente en el proceso de cosecha de los cultivos de maíz temprano, soja temprana y algodón, ralentizándolo, dado que solo avanzó pocas horas a lo largo de dos o tres jornadasa”, reseñaron y agregaron: “En contraposición, la soja tardía, continuó su evolución, desarrollo y consolidó sus estados, bueno, muy bueno y excelente”.

La excepción se dio nuevamente en los lotes de maíz tardío, que sufre el daño constante y progresivo que ocasionó la presencia de spiroplasma kunkelii en las distintas parcelas. (fuente AgroClave)