Como un eco de épocas en donde el maíz jugaba con desventaja vuelve a escucharse el “viene muy fría la campaña”. El panorama no es alentador: los rindes de indiferencia para campos alquilados vuelven a ponerse por encima de los 90 qq/ha, superando en algunos casos las medias zonales. Los insumos y las decisiones en campos propios están tomadas, pero en más del 60% de la región, donde se trabaja en lotes de terceros, no. La incertidumbre se traduce en que crece la opción por hacer “barbechos abiertos”. Se tratan de controles de malezas que permitirán sembrar tanto maíz como soja.
¿Sumará un 10% más el maíz 2017/18?
La campaña de maíz está a poco de comenzar a desplegar su actividad de siembra y sin embargo, está más lejos de responder con un sí a esta pregunta que parecía obvia hasta hace dos meses. La oleaginosa ha vuelto a ser considerada como mejor opción. La carga financiera y los costos que incrementaron sus rindes de indiferencia parecen volver a arrinconarla a su hectareaje del año pasado, 1 M de ha. Incluso, ya algunos estiman que la soja le restará lotes. Los rindes de indiferencia del maíz treparon de nuevo. Los arrendatarios deberán obtener maíces de 90 qq/ha para cubrir sus costos y en algunas zonas estos promedios superan la media histórica.
BCR