El cultivo de maíz es uno de los más exigentes en cuanto a la uniformidad en la distribución de la semilla, al momento de la siembra.
Según datos publicados por el INTA Manfredi y relevados en un informe de la consultora AZ Group, el trabajo defectuoso de un distribuidor de granos puede tener una incidencia en el rinde final de hasta 2.500 kilos por hectárea.
Un dato que surge del informe es que a más velocidad de trabajo del implemento, mayor será el nivel de pérdidas en el lote al momento de la cosecha.
En ensayos a campo, determinaron que el trabajo defectuoso de un distribuidor a 6 km/h se traducirá en una diferencia de rindes de 1.900 kg/ha. Si la velocidad pasa a 9 km/h, las pérdidas llegarán a 2.500 kilos por hectárea.
Dosificadores neumáticos
En el caso de dosificadores neumáticos, el informe explicó que la velocidad, junto con las irregularidades propias del suelo, pueden generar fallas por caída de las semillas durante el giro de la placa.
El mal trabajo de un dosificador se vincula, muchas veces, a la falta de mantenimiento. En este punto, la revisión del estado de la máquina no solo debe limitarse a lubricación y engrase, sino también a visualizar su desgaste y estar atento al recambio de piezas dañadas, es la clave para un buen trabajo.
Algunos de los ítems más comunes que deben incluirse en la revisión son cadenas, engranajes, cajas de mando, puntos de articulación y tensores de cadenas. (fuente Infocampo)