De acuerdo a los pronósticos de Eduardo Sierra, el primer trimestre del año podría estar caracterizado por fuertes tormentas y abundante caída de agua. Posteriormente, el registro de precipitaciones disminuiría abruptamente y de manera significativa.
Desde hace un tiempo, las condiciones climáticas están caracterizadas por irregularidades que reflejan una sucesión de eventos extremos de signos opuestos.
Con este escenario actual, las perspectivas climáticas para nuestro país y la región indican que a lo largo del año en curso se podría seguir presentando una compleja interacción de factores contrapuestos dando como resultado una marcha climática muy irregular. El verano 2015 sería lluvioso mientras que el otoño y el invierno presentarían otra realidad.
VERANO
El verano 2015 tendrá un comportamiento irregular, con fuertes contrastes regionales.
El área agrícola boliviana, el NOA, Chaco, el norte de la Mesopotamia, el norte y centro del área agrícola brasileña y gran parte de Paraguay observarán fuertes tormentas, con riesgo de aguaceros torrenciales, granizo y vientos.
El norte de Cuyo, el norte y el centro de la Región Pampeana, la Mesopotamia, el sur del Brasil y el norte del Uruguay registrarán precipitaciones abundantes, aunque no tan extremas como en el caso anterior, si bien se producirán tormentas severas localizadas.
El sur de la Región Pampeana y el sur del Uruguay experimentarán precipitaciones moderadas a abundantes con riesgo de tormentas severas.
El norte de la Patagonia, el sur de Cuyo y el extremo sudoeste de la Región Pampeana recibirán precipitaciones moderadas a escasas.
El régimen térmico mostrará fuertes oscilaciones. Se alternarán prolongados lapsos muy calurosos y secos, con cortas, pero intensas irrupciones de vientos del sur, que harán bajar la temperatura.
OTOÑO
Es de temer que, al comenzar el otoño de 2015, el escenario climático cambie abruptamente de signo, dando como resultado un comienzo temprano de la temporada de heladas, y una significativa disminución de las precipitaciones en gran parte del área agrícola argentina y de los países vecinos.
La primera parte del mes de Abril, registrará fuertes tormentas, luego de lo cual, la actividad meteorológica se reducirá considerablemente en la mayor parte del área agrícola, quedando reducida a una franja que se ubicará sobre Bolivia, Paraguay, el extremo nordeste de Argentina y el sur de Brasil.
El área agrícola brasileña observará una marcada disminución de las precipitaciones en sus porciones norte y centro-norte, así como en su extremo sur, mientras que sólo el centro-sur continuará registrando valores abundantes.
La mayor parte del oeste y todo el sur del área agrícola argentina observarán precipitaciones moderadas a escasas.
La Cordillera Sur comenzará a registrar intensas tormentas, que se extenderán por el sur del área agrícola argentina, a la vez que impulsarán masas de aire polar hacia el área agrícola, con riesgo de heladas tempranas intensas en el sur y el centro del área agrícola argentina, la mayor parte de Uruguay y el extremo sur de Brasil.
La causa de este posible cambio radica en el hecho de que se están observando algunos signos tempranos de que la campaña agrícola 2015/2016 podría ser afectada por un episodio de “La Niña”.
INVIERNO
Durante el invierno 2015 se acentuarán los contrastes que comenzaron a desarrollarse durante el otoño.
Las precipitaciones se concentrarán fuertemente sobre una franja que se extenderá sobre el centro-oeste de Bolivia, gran parte de Paraguay, el nordeste de Argentina, el sur de Brasil y Uruguay, donde se experimentarán intensas tormentas, con vientos, aguaceros torrenciales y posibles granizadas.
Contrariamente, la mayor parte del resto del área agrícola de Bolivia, Argentina, Paraguay y centro y el norte de Brasil observarán precipitaciones moderadas a escasas.
El norte y el centro del área agrícola brasileña observarán precipitaciones moderadas a escasas.
La Cordillera Sur continuará registrando intensas tormentas, que impulsarán masas de aire polar hacia el área agrícola, con riesgo de heladas invernales intensas en toda el área agrícola argentina y uruguaya, en el sur del área agrícola de Brasil, el sur de Bolivia y el sur de Paraguay.
Por el momento, estas posibilidades son sólo una conjetura, pero como las consecuencias de su posible concreción serían severas, será necesario mantener un atento monitoreo de la evolución de los factores climáticos.
Cabe aclarar que, las irregularidades exhibidas por el agroclima durante las últimas campañas agrícolas, tanto a nivel nacional como internacional, indican que no es prudente hacer cálculos exitistas, y que debe dejarse siempre un margen de seguridad en las proyecciones económicas y productivas que se realicen.
Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires