La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) afirmó que hay una “alta probabilidad” de que las lluvias “se mantengan con los valores normales como piso” en los próximos meses, de la mano de la confirmación de la presencia de El Niño hasta el otoño.
Así lo refleja en su último informe semanal para la zona núcleo, en el apartado destinado al clima que es elaborado en base a datos del experto en climatología, José Aiello.
Por eso, las actuales reservas de agua son un fiel reflejo del buen desempeño pluvial del último trimestre, con zonas de sequía que han prácticamente desaparecido, dando paso incluso a territorios con exceso hídrico.
“La disponibilidad de humedad en los perfiles, mayoritariamente se encuentra en niveles adecuados”, resume la GEA.
Lluvias normales
En este marco, en línea con el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que indica que al menos hasta marzo las lluvias serán superiores a lo normal en la mayor parte de las áreas agrícolas argentinas, la proyección de la entidad rosarina es que los valores normales de precipitaciones serán “el piso” en el inicio de 2024.
“Partiendo de estas condiciones y considerando que los modelos globales de pronóstico indican la continuidad del evento Niño hasta avanzado el otoño, es lógico considerar como más probable que las precipitaciones se mantengan con los valores normales como piso, acompañando positivamente las siembras de esta campaña”, remarca el informe.
En el corto plazo, vale mencionar que diciembre concluyó con un balance muy positivo de las precipitaciones, ya que “todas las regiones productivas, desde el Río Colorado hasta el norte de Jujuy, recibieron acumulados mensuales dentro de los valores medios históricos o incluso muy por encima de ellos, con un marcado gradiente positivo sobre la franja este y la Mesopotamia”.
Además, si bien se han desarrollado numerosas tormentas fuertes que generaron daños significativos en zonas de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, desde la GEA destacan el hecho de que los aportes pluviométricos son altos y generalizados, mientras que estos eventos disruptivos “han sido la excepción y se han producido en sectores bastante puntuales y acotados”. (fuente Infocampo)