El olvidado trigo quiere hacerse ver

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Los cereales suelen ir de la mano, todo indica que se estaría repitiendo el patrón vivido por el maíz, quien experimentó una recorrida alcista empujado por los “rumores” vinculados a cambios en su estructura comercial y que luego de esta corrida, parece haber encontrado una meseta. ¿Pasará lo mismo con el trigo?

 

Las estimaciones más confiables de producción de trigo están en torno a 9.5 millones de toneladas para nuestro país, alrededor de un 15.2 % menos que el año pasado donde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires auguraba un poco más de 11 millones de toneladas para la campaña 14-15.

El clima acompañó durante el período que culmina. Iniciando con buenos perfiles hídricos en la generalidad de la geografía nacional, lo que constituyó el principal factor impulsor de las intenciones de siembra del cereal por parte del productor. Hay que mencionar también que algunas zonas puntuales fueron afectadas por la caída de granizo, en regiones del norte.

Lo cierto es que a la fecha, las labores de recolección nacional ascienden aproximadamente al 4% de la superficie apta. Si bien todavía queda un elevadísimo porcentaje del área implantada por trillar, cabe destacar que el progreso de la cosecha ya es inferior al ritmo de años anteriores.

Se comenzaron a vislumbrar los primeros lotes de trigo argentino del ciclo, fundamentalmente en el norte del país como es propicio para esta época del año. La performance de la región al momento, muestra buenos rindes, pero si hablamos del norte, la Bolsa sugiere discriminar entre los rendimientos relevados en el noroeste , que han ido mermando a medida que la recolección avanzaba, mientras que en la región NEA las productividades se mostraron mucho más estables con promedios de 17 qq/Ha, según lo relevado por el organismo.

A pesar de que la muestra es reducida, la sorpresa de este año pareciera situarse sobre la calidad del cereal. En cuanto al gluten, los valores se perciben irregulares, aunque en algunos casos superan confortables los valores mínimos exigidos por el mercado molinero, y como sabemos en el trigo, la calidad, se sabe hacer valer.

Hacia el extremo opuesto del país, en las zonas históricamente trigueras del Sudeste y Sudoeste de Buenos Aires, el cultivo se encuentra encaminado hacia una muy buena campaña con precipitaciones que han sido benévolas hasta el momento, para los productores trigueros de la región que fueron la variable de ajuste con más impacto en la oferta de trigo del presente año.

COMERCIALIZACIÓN
El volumen comercializado del ciclo previo (14/15) asciende a 12,57 , y restan comercializar 3,1 millones de toneladas, en donde las mayores problemáticas de colocación de la mercadería, además del precio obviamente, fueron las condiciones de calidad que en un gran porcentaje la performance arrojó un trigo cámara, con pocas ventanas de venta.

Por otro lado se publicaron las compras de la campaña 2015/16 por parte de la exportación, que según los últimos guarismos publicados por el MinAgri ascienden a 310 mil toneladas mientras que el año pasado se habían adquirido a esta fecha 990 mil toneladas. Acompaña este retraso interanual, también el nivel de “priceo” de la mercadería que fue adquirida a fijar.

Por el lado del trigo que se destina a consumo interno, todavía no se conocen datos de las compras realizadas por el sector de la molinería.

Precios

En materia de precios es un punto a destacar que durante las últimas jornadas comenzó a tomar cierto ritmo vertiginoso el cereal (condición Cámara) con entrega Diciembre up-river a 140 dólares, que estaría en paridad con la capacidad teórica de pago lo que no constituye un dato menor.

Y como los cereales suelen ir de la mano, todo indica que se estaría repitiendo el patrón vivido por el maíz, quien experimentó una recorrida alcista empujado por los “rumores” vinculados a cambios en su estructura comercial (quita de roes, y retenciones) y que luego de esta corrida, parece haber encontrado una meseta. ¿Pasará lo mismo con el trigo?