Los exportadores de granos prevén exportar en 2020 un millón de toneladas de maíz a España, un mercado que se reabrió luego de 12 años.
La proyección la hizo Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).
La Argentina supo vender en otros momentos a ese mercado un millón de toneladas. España suele importar unos 3 millones de toneladas del cereal (su principal abastecedor es Ucrania) y es una plaza que habitualmente paga un 10% más que otros países.
El maíz argentino dejó de llegar a España cuando ese país prohibió dos insecticidas usados en la poscosecha, el fenitrotión y el diclorvós.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ya había sacado del mercado el fenitrotión y en 2018 lo hizo con el diclorvós.
«Puede haber embarques en los próximos meses y el año que viene vamos con todo. La Argentina históricamente vendió un millón de toneladas (a España); podríamos exportar eso dado que tenemos 32 millones de volumen exportador», expresó Idígoras.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el mes pasado la exportación de maíz argentino al mundo alcanzó un récord mensual de 4,3 millones de toneladas. Para esta entidad, este año la Argentina podría colocar en el exterior un total de 34 millones de toneladas por US$5700 millones, un 40% más que el ciclo agrícola pasado y 150% por encima del promedio de los últimos cinco años.
El año pasado, tras la prohibición para el diclorvós, la cadena comercial realizó diversas reuniones para difundir la medida, además de convenirse una cláusula en los contratos de granos que garantice la no presencia del insecticida.
«Este sistema que implementamos nos permite planificar ventas a España y otros mercados con altas demandas en inocuidad. Estamos siendo precavidos para evitar ruidos con los importadores españoles y volver a ser un gran proveedor de Europa», señaló el presidente de Ciara-CEC a este diario. Vale recordar que Europa está avanzando en límites a la presencia de residuos.
Por el acuerdo Mercosur-UE, en cinco años habrá una cuota de un millón de toneladas para el bloque que integra la Argentina con sus vecinos. Los aranceles a Europa llegan hoy hasta el 13 por ciento y serán 0% con el convenio.
Presente en el congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) que se hizo la semana pasada en Rosario, Jorge De Saja, presidente de una cámara de alimentos balanceados de España, dijo que las distintas exigencias que se van planteando en materia ambiental y de huella de carbono pueden ser en realidad una oportunidad para la Argentina.
«Tenemos una buena oportunidad como cadena de valor y la Argentina la tiene también como país, de aprovechar estas nuevas exigencias que nos vienen regulatorias en lo que es la huella de carbono y la ambiental. Hay que convertir lo que será una obligación en una oportunidad reputacional, para vender un producto que es bueno pero para que todos sepamos que lo es», dijo.
En este contexto, Idígoras apuntó que, respecto de la sustentabilidad en soja, harina y aceite, la industria exportadora está haciendo un acuerdo con la industria europea de alimentos balanceados para medir la huella ambiental.