Al planificar una siembra exitosa varios puntos hacen al resultado final
Entre ellos elección de la variedad, la fecha de siembra, la fertilización, la limpieza del lote y el éxito en la implantación. Todas son variables trascendentales para establecer un alto potencial de rinde que permita aprovechar las ventajas del trigo en el nuevo contexto.
Respecto al éxito en la implantación, la eficiencia de siembra y la cantidad de plantas logradas por metro cuadrado juegan un papel importante en la generación del rinde, ya que se relacionan con la cantidad de granos por metro cuadrado cosechados.
Y un factor fundamental es la sanidad a partir del uso correcto de fungicidas e insecticidas de semillas que protejan las plántulas desde su emergencia, hasta los primeros estadíos vegetativos. Agentes patógenos como Fusariosis (Fusarium graminearum), Carbón volador o desnudo (Ustilago nuda sp. Tritici) y Carbón hediondo o cubierto (Tilletia spp.), además de plagas como Gusanos blancos, Gusanos alambre, Pulgón ruso, Pulgón verde y Gorgojo del trigoson fuertemente condicionantes del éxito de implantación de un cultivo, que permita luego del macollaje, aspirar a un número de espigas por metro cuadrado lo suficientemente alto como para maximizar el rendimiento potencial.
Por otra parte, no tiene mayor sentido práctico tener un cultivo perfectamente nacido pero con problemas de malezas ya implantadas. Para lograr barbechos de trigo limpios, herramientas como el Diflufenican y su posible combinación con Clorsulfurón y Metsulfurón, provee un excelente control y residualidad para mantener a raya a malezas como Rama Negra, Viola y Parietaria.
Fuente: ON24