El riego vuelve a cobrar valor como un recurso vital en la agricultura ante la continuidad de campañas con escasez de lluvias.
El tema, con todas sus novedades, fue analizado en la 7º Reunión Internacional de Riego que se realizó en el INTA Manfredi.
Bajo el lema “Uso eficiente de agua para riego”, el encuentro fue un espacio para difundir experiencias locales, nacionales e internacionales.
Se evaluaron cuestiones como producción agrícola ganadera con un uso eficiente del agua de riego, uso de aguas residuales en riego y energías alternativas, factores económicos, modernas tecnologías para definir momentos de riego y gestión integrada del agua, entre otros temas.
Los asistentes vieron el funcionamiento del pivot de riego variable, los módulos de riego por goteo subterráneos que funcionan con energía solar y el módulo donde está instalado el pivot de alta velocidad.
Este último está alimentado también por paneles solares y tiene uno de los últimos desarrollos tecnológicos, que es la barra de herramienta Hummingbird.
Inédita
Una de las atracciones de la reunión fue la tecnología brasileña que se define como “lucen que riegan luz”.
Es una tecnología que emite un tipo de radiación, o energía, que permite un mayor crecimiento de las plantas.
Hay que tener en cuenta que para mejorar cada cultivo existen niveles de luces diferentes.
Los proveedores de esta tecnología hablan de mejoras en la producción en el orden del 50%.
El INTA emprenderá acciones con el objetivo de experimenta con esa tecnología en Argentina.
Perspectivas
“En la región central de Córdoba existe más del 50 % de probabilidad de déficit hídrico en todos los meses del año, limitando severamente los rendimientos de trigo y condicionando los de los principales cultivos de verano, como soja y maíz”, puntualizó Aquiles Salinas, Director del INTA Manfredi.
“Por esto, más allá de que llevamos tres años consecutivos con un marcado déficit hídrico en casi todo el territorio nacional, nosotros trabajamos para desarrollar tecnología de riego suplementario que aporte estabilidad a los cultivos”, agregó.
En términos generales, en la Argentina la producción de granos en secano se encuentra limitada por la alta variabilidad en la cantidad y distribución de las precipitaciones.
Por esto, el riego suplementario aparece como una tecnología que permite suministrar agua a los cultivos durante períodos de déficit hídricos en zonas semiáridas, subhúmedas e incluso húmedas, propensas a sequías periódicas. (fuente MAQUINAC)