El secreto del negocio de los frutales

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En la producción de frutales, la clave para potenciar el negocio es lograr un rápido cuajado de las flores. El Boro y el Zinc son los dos oligoelementos indispensables para lograrlo.

La aplicación de oligoelementos en cultivos en general y especialmente en frutales, presenta particularidades como la dosis correcta de elemento que genere los beneficios buscados, pero que no se produzcan desbalances de otros elementos por exceso de los nutrientes aplicados. La fertilización foliar complementaria marca una gran diferencia en la eficiencia productiva y costos.

BORO
En el caso del Boro, su función radica en actuar en la germinación del grano de polen y en la velocidad de elongación del tubo polínico que lleva los núcleos masculinos a unirse con los femeninos en el ovario floral, y luego formar el fruto. La concentración necesaria del elemento en la flor es de por lo menos 100 ppm, muy por encima de los niveles foliares normales. Esta concentración lleva a inhibir a la hormona Indol Acético Oxidasa que destruye las Auxinas responsables del crecimiento del tubo polínico.

Dadas las características de movilidad y almacenamiento de este elemento dentro de los frutales de carozo y las pomáceas como el manzano y el peral, donde presenta movilidad xilemática hacia los ápices vegetativos y florales; o floemática a dardos, madera y raíces, donde presenta la posibilidad de quedar en la zona de reserva de la planta hasta la próxima floración, gracias a la combinación con ciertos azucares y alcoholes presentes con el elemento. Esta capacidad hace que la forma de aplicación más eficiente sea en poscosecha, con hoja verde activa, para asegurar una correcta provisión del elemento a la salida de la dormancia de la planta.

ZINC
El Zinc también cumple un trabajo fundamental en el cuaje de los frutos, a partir de estimular la producción de aminoácidos esenciales y fitohormonas que favorecen la elongación celular del fruto. Pero en este caso, la única circulación posible del elemento es vía xilemática, con lo que las aplicaciones poscosecha sólo se justifican cuando el elemento esté por debajo de las 20 ppm a nivel de hoja verde activa. Si los valores son superiores, conviene esperar al nuevo brotado para tener una acción eficiente del elemento.

ESTRATEGIA RECOMENDADA POR COMPO EXPERT
La poscosecha es uno de los momentos generales de aplicación de Boro, utilizando Basfoliar® Boro SL, que tiene una concentración del 13% del elemento, en una dosis de 2 a 3 lts de producto por hectárea.

Si fuera necesario aplicar Zinc en este momento, Basfoliar® Zinc 55 (solido) a razón de 2 kgs por hectárea, Basfoliar® Zinc 75 Flo. (líquido) en dosis de 1.4 litros por ha y Basfoliar® Zinc 35 Mn 15, aplicando 2 a 3 kgs o lts según la presentación del producto, sea floable o en polvo.

Cabe destacar que si la aplicación del Zinc debe realizarse a posteriori de la nueva brotación, las dosis son las mismas que las antes recomendadas.

Por Prensa INCREMENTAR