El Yuyo Colorado vuelve a atacar con poblaciones con resistencia

0

Como es bien sabido, en nuestro país el Yuyo Colorado (Amaranthus spp.presenta resistencia a herbicidas del grupo de los inhibidores de los ALS, a glifosato y a hormonales. Pero también existen biotipos con resistencias múltiples, es decir, a la combinación de más de uno de estos activos.

En los escapes de Yuyo colorado en cultivo de soja no hay mucho que hacer, pero es recomendable hacer lo que se puede. Las herramientas en este caso son pocas, siendo lo aconsejable el control manual para evitar el aporte al banco de semillas del suelo.

Es evidente que muchos herbicidas fracasaron en su objetivo en medio de la sequía y eso derivó en los escapes. El doctor Alejandro Brunori, especialista de la UNR y del INTAasegura que los herbicidas tuvieron complicaciones en afectar el metabólico de la maleza por la falta de lluvias. “Cuando la maleza está estresada y crece más lenta, el herbicida pierde eficacia, por eso siempre se recomienda aplicar después de una lluvia”, dice el investigador.

En diálogo con El ABC Rural, Brunori explicó que los herbicidas trabajan mal cuando el metabolismo de las malezas está bajo por problemas de estrés. “Además con estrés hídrico las malezas incrementan la cantidad de cera en sus hoja como un mecanismo de defensa y esto no deja que el herbicida penetre en ellas”, contó.

Para problemas complejos, no hay soluciones sencillas

En el caso de Yuyo colorado, el trabajo del productor tiene que ser siempre doble. Es importante comprender que no es posible controlar esta maleza solo con herramientas químicas, sino que las estrategias deben abarcar medidas de manejo integradas, a fin de reducir los flujos de emergencias y evitar su diseminación.

En este sentido, un programa de manejo integrado de malezas debe incluir un frecuente y prolijo monitoreo, una precisa identificación de las malezas en estadios tempranos y la implementación de prácticas complementarias a las químicas.

“La rotación de cultivos, adopción de cultivos de cobertura, darle ventajas competitivas a los cultivos, la limpieza de los equipos de cosecha y siembra y hasta el control mecánico de la maleza son manejos validos”, dice el entrevistado.

La clave de los postemergentes, es no tener que usarlos

Dado el momento actual de la campaña, donde gran parte del partido ya está jugado y cada uno sabe cómo viene su score, la estrategia se centrará en acciones de elección de herbicidas postemergentes. También de rescate para esas situaciones donde la residualidad -por diferente motivos- quedó corta y existen “escapes” dentro del ciclo del cultivo estival. Esto puede afectar significativamente el rendimiento, y por ende el resultado económico de la campaña.

Cabe destacar que cuanto más competitivo sea el cultivo y más efectivos sean los herbicidas residuales aplicados en presiembra/preemergencia, existirán menos probabilidades de necesitar aplicaciones postemergentes.

El objetivo es tratar de evitar las aplicaciones postemergentes para Yuyo colorado. ¿Por qué? Porque, en principio, los resultados obtenidos no siempre son los deseados, alcanzando usualmente valores de control del 60%.

Por otro lado, las opciones de herbicidas disponibles para esta situación son escasas, especialmente en soja. Y también varios de los activos a utilizar generan cierta fitotoxicidad en el cultivo, aún cuando se usan en dosis recomendadas para lograr un control aceptable de la maleza.

Los herbicidas para soja

Para el cultivo de soja, los herbicidas postemergentes disponibles pertenecen casi exclusivamente al grupo de los PPO: fomesafén, lactofén y acifluorfén, destacándose los dos primeros en eficiencia de control.

Otras opciones disponibles son: el benazolin y el 2,4DB, herbicidas del grupo de los hormonales; y el bentazon y bromoxinil, que pertenecen al grupo del FSII. Estos complementan a los de contacto PPO, sin embargo su eficacia es baja cuando se los emplea como único herbicida de control.

Por otro lado, cabe mencionar que actualmente los activos del grupo de los PPO también se están aplicando de manera generalizada en la siembra como preemergentes. Como ejemplo de esto se menciona al flumioxazin, sulfentrazone, que provocan una alta presión de selección que podría conducir de forma inevitable a la falla del herbicida.

Tecnologías Enlist

Un caso diferente es en la utilización de sojas con tecnologías Enlist, que son portadoras de rasgos que les permiten tolerar aplicaciones de 2,4-D, glifosato y glufosinato de amonio, siendo una alternativa que viene a sumar en el manejo. Una herramienta más a la que se debe cuidar con su buen uso para que dure el máximo tiempo posible sin manifestación de biotipos resistentes a estos activos.

Lo fundamental de esta práctica, y que no puede soslayarse, es que el éxito del control en las aplicaciones depende de tres factores. El tamaño de la maleza, las condiciones ambientales y la calidad de la aplicación. (fuente El ABC Rural)